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Informaciones
Psiquiátricas
2017 - n.º 228
edad, capaz y libre, que manifiesta antici-
padamente su voluntad para que se cumpla
en el momento en que llegue a situaciones
cuyas circunstancias no le permitan expre-
sarse personalmente, sobre los cuidados y
el tratamiento de su salud.
Las VA, como vemos, siguen vinculadas al
desarrollo del consentimiento informado,
consecuencia de la introducción del con-
cepto de autonomía del paciente y conver-
tidas en derecho. Las VA hacen las veces de
consentimiento informado previo, cuando
el paciente no esta capacitado para darlo.
Es difícil saber si las Ley 41/2002 y otras
leyes posteriores pueden favorecer la re-
solución de todos los conflictos que apa-
recen en el final de la vida. Siempre serán
más los problemas potenciales que surjan
en estas situaciones, que las normas que
puedan dictarse para regular jurídicamente
esta etapa. Toda esta legislación que exis-
te en nuestro país, centrada en el derecho
de los ciudadanos a formular VA en el ám-
bito sanitario, creo que ha hecho olvidar o
no se ha hecho suficiente hincapié en que
no es solo el otorgante como protagonista
de todo el proceso, el que tiene importan-
cia, también cobra especial relieve la per-
sona que se elige como representante y que
en definitiva será el que finalmente sirva
de interlocutor con el médico en etapas
avanzadas, siendo garante del desarrollo
y cumplimiento de las instrucciones mani-
festadas previamente.
Hay interés, tanto en Atención Primaria
como en especializada, por parte de los
profesionales en las VA y tienen una ac-
titud favorable con respecto a su utilidad,
pero también se constata un desconoci-
miento importante en estos mismos pro-
fesionales
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Futuro de las Voluntades
Anticipadas:
La planificación anticipada de
la asistencia sanitaria
Toda esta complejidad nos lleva a pen-
sar que las VA como documento único en el
tiempo, pueden verse sustituidas por otros
métodos más activos donde puedan parti-
cipar profesionales, pacientes y familiares.
Su objetivo sería adecuar la atención sani-
taria a las necesidades, y preferencias del
paciente, ayudando a mejorar la calidad de
la asistencia al final de la vida.
En definitiva, la planificación anticipada
de la asistencia médica (PAAM) pretende
aumentar la coherencia entre decisiones clí-
nicas y preferencias del paciente, mejorando
todo el proceso de toma de decisiones, fo-
mentaría la autonomía del paciente y estaría
abordando las preocupaciones de pacientes y
familiares. Quiere incorporar al quehacer dia-
rio de la asistencia, tiempo y espacio para la
comunicación, procedimientos que faciliten
la toma de decisiones, todo lo cual significa
un gran cambio para los servicios de salud.
Esta propuesta plantea la necesidad de
volver a definir el modo de afrontar la incer-
tidumbre que produce enfermar y pone en
valor el hablar abiertamente de ello. Aspira
a un cambio en el sistema sanitario para que
sea capaz de acompañar, mejor que hasta
ahora, el final de la vida. En definitiva: es-
perar la mejor asistencia, preparándose para
el peor escenario.
En este proceso, el profesional sanitario
tendrá que informar sobre las distintas si-
tuaciones en las que se podrá encontrar el
paciente, sobre el pronóstico de su patolo-
gía y el deterioro de la capacidad funcional
previsible, etc. Es la única manera posible
de poder pensar con antelación estrategias
de afrontamiento.
Elías Díaz-Albo Hermida
