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Informaciones
Psiquiátricas
2020 - n.º
242
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ceso en personas con TMS requiere de mucho
tiempo y escucha.
El espacio de intervención es el domici-
lio y la comunidad, el cual es un escenario
fantástico para poder practicar la creación y
el desarrollo de nuevos roles saludables. Por
ejemplo, en una persona que ha pasado mu-
cho tiempo aislada en el domicilio el hecho
de acompañarla a la oficina de atención al
ciudadano a pedir la tarjeta rosa o ir al poli-
deportivo del barrio favorece nuevas formas
de vinculación y nuevos roles. La rigidez de
roles y conductas estereotipadas forma par-
te de la estructura del TMS y será uno de
los aspectos con los cuales tendremos que
trabajar conjuntamente con la persona.
Además, nos podemos encontrar situaciones
en las cuales la persona se confunde con la
figura cercana que representa el terapeuta.
Ante este hecho, es importante recordarle el
encuadre, haciendo énfasis en que no somos
un amigo y que somos profesionales que for-
mamos parte de un equipo multidisciplinario.
Si la confusión entre amigo-profesional se
cronifica, perjudicará el vínculo terapéutico y,
sobre todo, deformará el proceso terapéutico.
Fin de vinculación al programa
La finalización de la vinculación al pro-
grama dependerá de la evolución y voluntad
de la persona tratada. No siendo favorable
un final rápido ni brusco. Es decir, se irá
realizando una desvinculación progresiva en
el tiempo y coordinándola con el resto de
profesionales, también, en algunas ocasio-
nes, con los familiares.
Durante todo el proceso de intervención el
terapeuta ocupacional desarrolla una serie de
funciones
8
como acompañante terapéutico:
1.
Contener a la persona
, delante de la an-
siedad, los miedos y el malestar ante la
ausencia de proyectos o actividades. El
acompañante tendrá que “sostener” a la
persona, conjuntamente con el equipo
que esté tratando al paciente.
2.
Modelo de identificación
, es decir, mos-
trarle a la persona formas de hacer dife-
rentes a las que ha utilizado hasta ahora;
ofreciéndole herramientas más seguras
para que pueda resolver situaciones con-
flictivas con él mismo y con los otros de
modo que así pueda aprender una forma
diferente de vincularse más higiénica,
saludable y adaptativa.
Mauer y Resnisky
(1987) afirman que
“El
acompañante terapéutico, trabaja en un
nivel dramáticovivencial, no interpretativo,
muestra al paciente, in situ, las diferentes
formas de actuar y reaccionar ante las vi-
cisitudes de la vida cotidiana. Esto resulta
altamente terapéutico. En primer lugar,
porque rompe con los estereotípicos patro-
nes de vinculación que condujo a la enfer-
medad. En segundo lugar, porque ayuda al
paciente a aprender, a esperar y posponer
y finalmente, porque ofrece la posibilidad
de adquirir, por la identificación, los meca-
nismos de defensa más adaptables.
9
"
EL TERAPEUTA OCUPACIONAL COMO ACOMPAÑANTE TERAPÉUTICO
EN EL ÁMBITO DE LA SALUD MENTAL COMUNITARIA
8
Pulice, G. La función del acomopañante terapéutico y su inclusión en la estrategia de un
tratamiento. Fundamentos clínicos del Acomopañamiento Terapéutico. 1ª edición. Buenos
Aires: Letra Viva; 2011.
9
Mauer, S. K. &Resnizky, S. Acomopanhamentodoerapêutico e Pacientes Psicóticos. San Pablo:
Papírus. pp40 (1987)