Informaciones
Psiquiátricas
2017 - n.º 229
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alarmas de la agenda del teléfono, y en el
seguimiento a 3 meses, seguían utilizando
la herramienta. Además, permitía que los pa-
cientes ganaban independencia, mayor segu-
ridad en el afrontamiento y manejo de tareas
de memoria, y un mejor estado de ánimo.
Otros usos del teléfono:
En los últimos años se ha progresado mu-
cho en el desarrollo de tecnología que, no
estando pensada para el ámbito de la reha-
bilitación, podría facilitar el desempeño de
actividades cotidianas en pacientes. Veamos
algunos ejemplos.
En la actualidad existen multitud de apli-
caciones para el desempeño de actividades
cotidianas, por ejemplo, para realizar la com-
pra, registrar los tiempos de sueño y descan-
so, para controlar la distancia caminada a lo
largo del día, o los pisos que se han subido
por escaleras. Cualquiera de estas aplicacio-
nes puede ser adaptada y ajustada para las
necesidades concretas de cada paciente.
También, la posibilidad de llevar docu-
mentos almacenados en el teléfono facilita-
ría la consulta de listados de tareas, listas
de la compra o de tareas pendientes, do-
cumentos de pautas que el paciente pueda
releer y repasar antes de realizar una activi-
dad, etc. Uno de los primeros trabajos sobre
el uso del teléfono móvil en rehabilitación
neuropsicológica fue el de Stapleton, Adams
y Atterton (46). Estos autores investigaron
la utilidad de la función de “lista de tareas”
como ayuda compensatoria para la memoria
en cinco pacientes con TCE. Los pacientes
recibían avisos previamente programados
para recordarles que debían realizar deter-
minadas tareas. Dos de los pacientes mos-
traron una clara mejoría en la realización de
actividades en el día a día, mejorando hasta
un 95% y 88% el número de tareas comple-
tadas. Además, ninguno de ellos volvió al
rendimiento de la línea base una vez retira-
da la ayuda del móvil, lo que parece indicar
que se generó el aprendizaje de una rutina.
Estas rutinas, una vez implantadas, son muy
resistentes al cambio, por lo que estas he-
rramientas pueden ayudar en el estableci-
miento de las mismas. Los pacientes que no
se beneficiaron de la ayuda del móvil, eran
pacientes con graves alteraciones de memo-
ria y la necesidad de una tercera persona las
24 horas del día. Este hecho parece indicar
que una herramienta como un teléfono sólo
será útil en aquellos pacientes que no re-
quieran una supervisión permanente.
De igual forma, se ha producido un impor-
tante avance en la capacidad de las cámaras
de los teléfonos para el reconocimiento de
objetos y para la identificación facial y de
expresiones emocionales. Este uso ayudaría
a las personas con agnosia que, apuntando
con la cámara al objeto, se podría configu-
rar la aparición del nombre del objeto en la
pantalla, o una grabación para que el telé-
fono lo denomine por el altavoz. También
podría ir acompañado de un plan de acción,
que podría ser útil para pacientes con apra-
xia o dificultades de tipo ejecutivo, y que
podría ser aplicado mediante el visionado
de videos (modelado), o con la aparición de
un listado de acciones que el paciente debe
seguir (y esto puede ser completado con la
aplicación de refuerzos, castigos o con fee-
dback). Este tipo de aplicaciones podría ser
adaptado para el reconocimiento de caras,
lo que sería de gran utilidad en pacientes
con prosopagnosia.
Algo similar ha ocurrido con el recono-
cimiento de voz. Así, algunas aplicaciones
como Moodies permiten la identificación del
estado de ánimo por la voz. El paciente con
dificultades en la pragmática de lenguaje,
con dificultad para el reconocimiento de
los rasgos prosódicos de un mensaje podría
EL USO DE LOS TELÉFONOS MÓVILES EN LA REHABILITACIÓN DE LAS LESIONES CEREBRALES