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Informaciones
Psiquiátricas
2017 - n.º 229
Otros resultados muestran un amplio mar-
gen de mejora, ya que el nivel de accesibi-
lidad de las aplicaciones analizadas (mensa-
jería, redes sociales, localización o viajes)
es aún muy deficiente (Accesibilidad en
Aplicaciones Móviles´, realizado en 2013 por
el Observatorio de la Accesibilidad TIC Dis-
capnet (52). De este modo, los usuarios con
discapacidad se encuentran con dificultades
significativas que limitan o incluso impiden
su uso. Se puede destacar la dificultad de
usabilidad asociada al tamaño de la pantalla
y los problemas motores que algunos pacien-
tes manifiestan. En este sentido, el trabajo
de Jung y Chang (53) pone de manifiesto
que el uso de pantallas de 4,2, 4,5, y 5,6
pulgadas generó un elevado nivel de inco-
modidad. Algo similar ocurre en las aplica-
ciones específicas de salud, ya que el 70%
de ellas han sido creadas para la población
general, apareciendo problemas relacionados
con su usabilidad y accesibilidad en pacien-
tes con lesiones neurológicas (54).
Por último, es posible anticipar que una
de las dificultades principales se encontrará
en aquellos pacientes que no estén fami-
liarizados con el uso de teléfonos móviles.
Por ejemplo, muchos de los posibles be-
neficiarios de estas aplicaciones, como los
mayores de 65 años con o sin discapacidad
neurológica, puede que no dispongan de
las habilidades necesarias para utilizar un
Smartphone, lo que requeriría la realización
de entrenamientos específicos. Aunque este
hecho puede retrasar el inicio del uso de la
herramienta, algunos trabajos han mostra-
do que el aprendizaje procedimental, casi
siempre conservado en pacientes con daño
cerebral adquirido, permite en poco tiempo
que los pacientes adquieran las habilidades
necesarias para el manejo de aplicaciones.
Incluso se ha puesto a prueba este hecho
en pacientes con demencia semántica (55).
En este caso se entrenó a un paciente de 55
años en el uso de 15 funciones básicas de un
teléfono. Pese al deterioro progresivo propio
de la enfermedad, en el seguimiento a los 6
meses aún utilizaba regularmente 8 de las 15
funciones entrenadas.
Plackett, Thomas y Thomas (56), estudia-
ron el uso de los teléfonos móviles como
ayudas externas en problemas de memoria,
los predictores de éxito en su uso, y las ba-
rreras que lo dificultaban en niños y adoles-
centes. Su trabajo pone de manifiesto que el
75% de los profesionales reportaba que sus
pacientes utilizaban el teléfono móvil como
ayuda para la memoria, si bien, sólo el 42%
de los profesionales reconocía haber entre-
nado a sus pacientes en ese uso, por lo que
existe un amplio margen de mejora en la in-
corporación de esta herramienta como parte
de la rehabilitación. La actitud positiva del
clínico es, sin duda, el principal factor de
buen pronóstico en el uso del móvil, mien-
tras que la principal barrera es el elevado
coste de los dispositivos y las dificultades de
accesibilidad en algunos terminales.
El futuro próximo
Investigación de calidad
Los estudios que evalúan las aplicaciones y
el uso de smartphones como herramientas en
el campo de la neurorrehabilitación son pro-
metedores. Sin embargo, resulta destacable
que muchas de las aplicaciones mencionadas
no contaban con estudios de validación a
pesar de estar disponibles para el usuario y
tener un número elevado de descargas. Parte
de la investigación disponible además care-
cía de calidad metodológica.
Es necesario reflexionar sobre diferentes
factores. El más importante y evidente es la
A. Gómez Vélez / S. Nieto López / N. González Rey / M. Ríos Lago