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Informaciones
Psiquiátricas
2020 - n.º
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Elementos a tener en cuenta en
la gestión del clima emocional
del GMF
La construcción de un espacio grupal mul-
tifamiliar es un proceso dinámico. En gene-
ral los inicios de cualquier grupo terapéutico
son complejos y costosos. Especialmente si
se quiere crear una estructura sólida y de
tratamiento continuado que facilite la aco-
gida de las familias. Sabemos que la utilidad
psicoterapéutica y la significación clínica,
que tanto el paciente como los familiares
atribuyan al grupo, determinará la continui-
dad de asistencia al espacio grupal. En este
caso, hay que tener en cuenta tanto las difi-
cultades de vinculación propias de los jóve-
nes con un trastorno psicótico inicial como
la complejidad de las dinámicas del núcleo
familiar (31).
En la construcción y el desarrollo del GMF
hemos puesto mucho énfasis en la gestión
de los elementos que regulan el
clima emo-
cional
, que como sabemos, es uno de los
factores que más contribuye a los cambios
psíquicos y vinculares (32). Un clima emo-
cional grupal adecuado, rebaja la angustia y
permite la fluidez de la comunicación entre
los miembros. Nuestro tratamiento grupal se
adapta a las necesidades emocionales del jo-
ven y la familia, y tiene en cuenta la fase del
proceso psicótico en el que se encuentran.
La primera cuestión que nos planteamos
para crear un buen clima emocional, fue la
idea de que el
setting
grupal significara un
espacio acogedor y contenedor que genera-
ra seguridad
psíquica o afectiva
(33). Desde
el inicio, pusimos nuestro empeño en que
el paciente se sintiera cómodo y seguro,
evitando así la sensación de extrañeza tan
recurrente en las etapas iniciales de la psi-
cosis. Al mismo tiempo, insistimos en desa-
rrollar un clima grupal que permitiera tanto
al paciente como al resto de la familia por
igual, mostrar su
individualidad
, es decir, su
identidad con sus fragilidades y sus fortale-
zas (34,35).
Desde del principio, en las sesiones multi-
familiares hemos introducido las normas de
comunicación y funcionamiento básicas que
se mencionan habitualmente en la mayoría
de grupos de terapia, como son:
la confiden-
cialidad, el respeto, la libertad, y el no juz-
gar al otro
. Pero en el modelo multifamiliar
aplicado a la psicosis incipiente, trabajar a
fondo estas reglas de relación subyacentes
a todo encuentro relacional sano, tiene una
especial relevancia. En las personas que pa-
decen un trastorno psicótico, estas reglas
de comunicación no son tan claras y pueden
conducir a la confusión y al daño de los vín-
culos familiares. En los siguientes apartados
profundizaremos en cada una de estas reglas
de comunicación, y explicaremos cómo se
han trabajado en nuestro GMF.
En cuanto a la
confidencialidad
, en el gru-
po se establece una confianza básica donde
hay un compromiso por parte de cada miem-
bro en escuchar al otro y en mantener la in-
timidad del contenido personal que trae a la
sesión. Es primordial conseguir una relación
de confianza entre los miembros y también
con el propio equipo terapéutico. Como ya
sabemos, en la psicosis incipiente el punto
de partida de las relaciones interpersonales
es habitualmente la desconfianza, tal y como
se expresa a través de la clínica paranoide
en el paciente, y en ocasiones, también en
otros miembros de la familia (36,37). Por
esta razón fomentar vínculos de confianza
en el grupo será necesario y resultará en sí
mismo terapéutico.
En relación al
respeto
en la comunicación
interpersonal, insistimos en que la psicote-
rapia multifamiliar ha de ser una
experien-
cia positiva y reparadora
. Se ha observado
Anna Sala Estrada