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Informaciones
Psiquiátricas
2020 - n.º
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programa). A pesar de ello, somos conscien-
tes que desde algunos enfoques más psico-
educativos y algunas orientaciones psicote-
rapéuticas más ortodoxas, la posibilidad de
tener en cuenta la libertad en la capacidad
de decisión del paciente psicótico y de sus
familiares en la elección de participar en el
GMF, pueda resultar controvertido.
Finalmente, otro de los elementos a tener
en cuenta en la creación de un buen clima
afectivo, es la indicación terapéutica de
no
juzgar
. No hacer juicios de valor es una de
las normas que habitualmente algunos te-
rapeutas de grupo hacen explícitas, y otros
integran como parte del trabajo psicológico
durante el proceso grupal. Cuando hablamos
de
no juzgar
, simultáneamente nos refe-
rimos a la capacidad de
validar
al otro.
La
validación
ha sido una técnica psicológica
muy usada como estrategia de aceptación.
En nuestro grupo de terapia multifamiliar,
tratamos de reconducir las interacciones que
ponen en juicio de valor lo que expresa el
otro y dirigirlas hacia afirmaciones más va-
lidantes, buscando una comunicación positi-
va y evitando un grado de tensión psíquica
demasiado alta. En el
setting
grupal, que en
definitiva es un espacio de relación social,
emergen las diferencias interpersonales,
por este motivo es importante fomentar la
empatía y la capacidad de aprendizaje, que
como se ha resaltado en otros apartados de
este artículo, es uno de los factores terapéu-
ticos más relevantes de la terapia.
Conducción terapéutica
interdisciplinar del GMF
En el GMF, la conducción psicoterapéutica
se caracteriza por la
interdisciplinariedad
. La
conducción del grupo se basa en un modelo
interdisciplinar en el que todo el
equipo
te-
rapéutico
; el trabajador social, la psiquiatra,
la enfermera y la psicóloga clínica, aportan
distintas miradas. Sus conocimientos profe-
sionales y sus recursos, tanto terapéuticos
como personales, interaccionan y se mez-
clan en el desarrollo de las sesiones del tra-
tamiento grupal.
En la construcción inicial del grupo (so-
bretodo durante las 5 primeras sesiones),
quién ejerce de
conductor principal
dentro
del equipo terapéutico (en nuestro caso
este rol es llevado a cabo por Psicología)
es sobre quién recae la tarea de dinamizar
y sostener a sus miembros, con el objetivo
de consolidar progresivamente la estructura
grupal. Al principio, esto conlleva contener
la angustia del grupo, la propia, y la del
resto del equipo terapéutico.
Actualmente, hemos observado en nues-
tro país, que en los
equipos de intervención
temprana
es habitual que algunos profesio-
nales no tengan una formación específica en
Psicoterapia. Pensamos que esto no debe ser
un inconveniente si se quiere iniciar grupos
multifamiliares en psicosis incipiente con
un modelo interdisciplinar. En este sentido,
siempre que haya uno de los profesionales
que «sí» tenga una formación y experiencia
adecuada en el abordaje de la clínica psi-
cótica y en Psicoterapia (sobre todo en el
manejo de grupos) será posible llevar a cabo
un GMF de tales características.
Asimismo, el abordaje interdisciplinar pre-
cisará que el conductor principal utilice un
lenguaje poco técnico y poco anclado sólo
a sus orientaciones psicoterapéuticas habi-
tuales. Este modelo complejo de conducción
grupal, le impulsará a salir de su disciplina
para entrar y aprender de las demás. Junto
al resto de profesionales del equipo, se irá
elaborando un modo de trabajar en el grupo
más rico e integrador que permitirá entender,
y tratar desde distintas perspectivas, la com-
Anna Sala Estrada