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Informaciones
Psiquiátricas
2018 - n.º
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a la importancia de identificar cuáles de los
cuidadores tienen riesgos para su salud, de
evaluar exactamente los aspectos relevantes
de su bienestar y de la experiencia de cui-
dado, revisando cuidadosamente qué instru-
mentos de medida serían los más adecuados.
Así mismo, la revisión llevada a cabo por Fai
y colaboradores (17) sobre intervención fa-
miliar en psicosis incipiente revela que las
intervenciones familiares, comparadas con el
tratamiento habitual, tienen efectos signifi-
cativos sobre la sobrecarga familiar, incluso
en seguimientos a 12 y 24 meses. Además se
observó una mejora en la utilización de los
servicios de atención formal, especialmente
un año después de la intervención.
La revisión sistemática de Shepherd-
Banigan (20) y colaboradores recoge las
investigaciones sobre intervenciones con
cuidadores familiares de personas afectas de
daño cerebral adquirido (DCA). Incluyen en
la revisión cualquier intervención dirigida al
apoyo del paciente con ayuda de la familia o
directamente dirigida a la familia (entrena-
miento en habilidades, educación sanitaria,
terapia familiar, información sobre el siste-
ma de salud, recursos comunitarios, soporte
social/emocional, soporte práctico en el día
a día y asistencia económica). Si bien no
obtienen efectos estadísticamente significa-
tivos mediante el meta-análisis en el estatus
funcional del paciente, sus síntomas psico-
lógicos o los del cuidador, sí observan que
la dirección de los resultados favorece a las
intervenciones, en lo relativo a calidad de
vida del paciente y sus familiares, mejora de
algunos síntomas de los propios pacientes y
disminución de la sobrecarga del cuidador.
Las guías de práctica clínica se hacen eco
también de la necesidad de abordar al fa-
miliar cuidador dentro del programa de in-
tervención del paciente. Por ejemplo, en la
guía de práctica clínica de intervenciones
psicosociales para el TMG (21), se consi-
dera como altamente recomendable ofrecer
programas de intervención psicosocial que
incluyan intervención familiar con compo-
nente psicoeducativo y técnicas de afronta-
miento y entrenamiento en habilidades so-
ciales, añadido al tratamiento estándar a las
personas con TMG y diagnóstico de psicosis
no afectivas. Se indica como recomendación
favorable ofrecer intervención familiar como
parte integrada del tratamiento y de forma
intensiva (al menos 6 meses y/o 10 o más
sesiones). Se recomienda en grado A la apli-
cación de programas de intervención familiar
para la reducción de la carga familiar, mejo-
ría del funcionamiento social del paciente y
disminución del coste económico en la guía
de práctica clínica sobre la esquizofrenia y
el trastorno psicótico incipiente (22). Está
especialmente recomendada para pacientes
de larga evolución, en familias que convi-
ven con los pacientes y que sufren recaídas o
sintomatología persistente. Se recomiendan
intervenciones de tipo psicoeducativo con
estrategias de desarrollo de habilidades, ba-
sadas en el manejo de la emoción expresada,
y de duración no inferior a los 6 meses. Siem-
pre que sea posible, se recomienda también
incluir al paciente en la intervención. En la
misma línea, la guía de práctica clínica sobre
la atención integral a las personas afectas
de enfermedad de Alzheimer y otras demen-
cias (23) indica como recomendación favora-
ble la aplicación de programas que combinen
el apoyo educativo, el apoyo emocional y la
facilitación de recursos como atención a los
cuidadores de personas con demencia para
disminuir su carga en la tarea de cuidar, así
como la ansiedad y la depresión.
Aunque todavía se requiere de más y mejor
investigación para demostrar su evidencia,
parece claro que la intervención con las fa-
milias cuidadores debe ser tomada en cuenta
Celia Mareca Viladrich