Informaciones
Psiquiátricas
2015 - n.º 220
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COMORBILIDAD MÉDICA Y CRITERIOS DE USO DE ANTIPSICÓTICOS EN ANCIANOS
demencia es estadísticamente significativa,
pero modesta
2
. A pesar de ese efecto limi-
tado y de las alertas internacionales acerca
de los efectos adversos de los fármacos an-
tipsicóticos en los pacientes demenciados,
no se han encontrado cambios en las con-
ductas de prescripción de los psiquiatras
7
.
Además, la disposición a interrumpir el tra-
tamiento antipsicótico parece ser escasa en
residencias de ancianos. Esa disposición se
incrementó a mayor edad del paciente, en
presencia de una gran dependencia física y
cuando el paciente estaba en unidades de
acceso controlado. La baja disposición a la
interrupción de estos medicamentos se rela-
cionó con retiradas previas fallidas y ante el
riesgo de auto o heteroagresión
8
.
Los ancianos, en comparación con los pa-
cientes más jóvenes suelen mostrar mayor va-
riabilidad de respuesta y mayor sensibilidad
frente a los antipsicóticos, siendo los posibles
efectos secundarios más numerosos, persis-
tentes y dañinos que en la población adulta
3
.
En la población anciana hay modificacio-
nes fisiológicas que condicionan la terapia
farmacológica
9
. Hay cambios farmacocinéti-
cos como el incremento del volumen de dis-
tribución y el metabolismo disminuido de
los distintos fármacos. Se prolongan tanto
los efectos terapéuticos como los efectos
tóxicos
9
. También hay cambios farmacodi-
námicos, como la disminución de la densi-
dad de receptores para neurotransmisores
como dopamina, serotonina y acetilcolina.
Todo ello puede contribuir al desarrollo de
efectos neurológicos y antipsicóticos con
menores niveles plasmáticos y a un incre-
mento de los niveles plasmáticos a las dosis
habituales en adultos, por lo que es preciso
ajustar las dosis a la baja, especialmente en
los pacientes muy ancianos
3,9
.
A pesar de la eficacia similar entre antip-
sicóticos típicos y atípicos
2
, la elección ade-
cuada de un antipsicótico específico para un
paciente anciano es importante ya que hay
una gran variabilidad individual a nivel de
tolerabilidad. Se considera que la elección
de un antipsicótico debe basarse, más que
en el diagnóstico clínico, en los siguientes
criterios: el perfil de efectos secundarios;
la tolerabilidad esperada a los mismos que
tenga ese paciente; la eficacia; y las con-
secuencias potenciales de la adición del
fármaco a las enfermedades físicas y a los
medicamentos concomitantes
3
.
Para un balance adecuado de riesgos y
beneficios se considera que la dosis de los
fármacos antipsicóticos debe ser más baja
en la psicosis de la demencia, intermedia
en los cuadros psicóticos no demenciales de
inicio tardío y más alta en cuadros psicóti-
cos de inicio precoz
3
. De la importancia de
la seguridad de estos medicamentos informa
el que en Estados Unidos se haya estimado
que anualmente habría 21578 asistencias
al servicio de Urgencias por los efectos se-
cundarios de los medicamentos antipsicóti-
cos, cifra que cuadruplicaría las asistencias
por ansiolíticos y por antidepresivos, mos-
trándose por ello como muy recomendable
el identificar los medicamentos con mayor
riesgo de efectos secundarios
10
.