84
Informaciones
Psiquiátricas
2015 - n.º 222
Propuestas de actuación
Los profesionales de la salud estamos lla-
mados a realizar un trabajo de conciencia-
ción de la situación social de cada individuo
y del conjunto de la sociedad. De alguna ma-
nera, es educar en cómo los determinantes
de salud (aspectos políticos, sociales, am-
bientales y económicos) influyen de manera
directa en la condición de salud.
Las propuestas han de ir planteadas acor-
de a las demandas sociales, promoviendo la
dimensión de colectividad y de lo social, con
propuestas aplicadas al contexto real de los
ciudadanos y que se adapten a cada uno de los
ciclos vitales. Es por ello que nuestra perspec-
tiva se enfoca a través del ajuste “ciclo vital –
ocupación”. En este artículo se describirán las
propuestas del ciclo vital de la adultez.
Sería imprescindible el planteamiento de
programas preventivos comunitarios que po-
sibiliten el ajuste de la ocupación significa-
tiva de cada persona teniendo en cuenta la
etapa de su ciclo vital y el contexto actual.
Programas que permitan empoderar a las per-
sonas de cara a ofrecer diversas alternativas
ocupacionales con el fin de poder encontrar
qué tipo de actividades/tareas se adaptan
mejor a sus capacidades y cuáles de ellas
son significativas y accesibles para cada una.
Propuestas de carácter comunitario, que in-
volucren a la comunidad cercana.
Programas preventivos
en población general de riesgo:
Entendiendo como población general de
riesgo aquellas personas en las que hay un
desajuste en su ciclo-vital – ocupación con
variables de riesgo: desempleado de larga
duración, mayor de 45 años, con dificultad
para pagar la hipoteca, bajo nivel de estu-
dios, falta de apoyo social y bajo sentimien-
to de autoeficacia (tal y como recogen diver-
sos estudios, alguno citado anteriormente
como el IMPACT o el realizado en 2014 por el
Moreno Fernández et al del Centro de salud
Mental de Hortaleza y alguno derivado de la
Encuesta Nacional de Salud). Los programas
preventivos que proponemos irían encamina-
dos a:
•
Sensibilización:
cuidado de salud mental
(promoción de hábitos saludables, grupos
de autoayuda y empoderamiento…).
•
Creación y mantenimiento de redes de
apoyo comunitarias:
especialización y
sectorización de redes, coordinadas en
función de capacidades y necesidades ocu-
pacionales (ej. espacios de intercambio de
recursos que faciliten el reconocimiento
de cualificación y experiencia, formación
accesible...).
•
Espacios abiertos a la participación ciu-
dadana en actividades significativas:
Por
ejemplo, la creación de espacios ocupa-
cionalmente accesibles; no sólo accesibles
en la dimensión física, sino también en la
económica y social, una accesibilidad para
todas las personas.
•
Conservación y desarrollo de roles
signi-
ficativos en cada etapa vital adaptados a
la situación contextual de la persona.
Como conclusión podemos afirmar que “los
problemas sociales necesitan respuestas so-
ciales e iniciativas colectivas” como apunta
Galheigo (1998). Los profesionales de la sa-
lud nos encontramos en una posición privile-
giada, al estar involucrados en el desarrollo
e implementación de proyectos con personas
en riesgo de desajuste ocupacional, teniendo
oportunidad de fortalecerlos y empoderarlos
para buscar modos más constructivos de
abordar sus situaciones. Es hora de compro-
meternos con el desarrollo de acciones que
faciliten ocupaciones significativas para el
bienestar de cada persona y su comunidad.
Nieves Tapiador Velasco / Cristina Diez García / Mª Carmen López Expósito / Elisa Sesé Sanz