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Informaciones
Psiquiátricas
2016 - n.º 226
Transitando hacia la regulación:
fracaso de 40 años de guerra a
las drogas
En tiempos de mayor demanda de evalua-
ción de políticas de drogas observamos que
han fracasado los objetivos de reducción del
consumo y disminución del mercado ilícito
de drogas auspiciados por las convenciones
internacionales de prohibición. En este sen-
tido, una creciente demanda internacional
por parte de expertos, personas de renom-
bre político, profesionales de la judicatura
o dedicados al control de la oferta están
a favor de explorar alternativas. Demanda
a la que se han sumado importantes insti-
tuciones como la Organización de Estados
Americanos (OEA). En este tránsito hacia la
regulación del cannabis y otras drogas pue-
den resaltarse los principales hitos de los
últimos años:
2008:
la Oficina de las Naciones Unidas
contra la Droga y el Delito (UNODC en si-
glas inglesas) reconoce por primera vez
que la guerra contra las drogas ha generado
consecuencias negativas no previstas.
2009:
se publica el informe de las Comi-
sión Latinoamericana sobre Drogas y De-
mocracia.
2011:
aumento sostenido de muertes aso-
ciadas a la guerra contra los narcos en Mé-
jico.
2011:
Informe Comisión Global sobre Po-
líticas de Drogas. Debate de presidentes.
2012:
Colorado y Washington en EEUU vo-
tan por la regulación del cannabis. Poste-
rior Alaska y Oregón. 23 Estados cuentan
con dispensarios de uso medicinal.
A ello podemos añadir que la misma OEA ha
publicado recientemente el “Informe sobre
el problema de las drogas en las Américas”,
documento donde se explora el Escenario
“Caminos”, y que Uruguay ha aprobado una
ley de regulación global del cannabis. Ade-
más, diferentes iniciativas internacionales
plantean propuestas respecto de modelos de
regulación. Y en nuestro medio, Cataluña,
Navarra y País Vasco desarrollan propuestas
de regulación de clubs sociales de cannabis.
Puede decirse que tras más de cuarenta
años de “war on drugs” –se considera que
la declaró el presidente Nixon en 1971-, la
intervención militar en aras de la prohibi-
ción ha fracasado. Así lo atestiguan nume-
rosos trabajos, entre los que destacamos
la publicación de la OMS en 2008, “Hacia
una visión global del consumo de alcohol,
tabaco, cannabis y cocaína: Hallazgos de
las encuestas de la OMS sobre salud mental
a nivel mundial”, y la de C. Reinarman en
2007, “Cannabis policies and user practices:
Market separation, price, potency, and ac-
cessibility in Amsterdam and San Francisco”.
Este fracaso puede resumirse en que del
lado de la oferta no se ha conseguido reduc-
ción o eliminación de la disponibilidad de
drogas. Es decir, no disminuye la producción
ni incide en el incremento de precios. Del
lado de la demanda no se ha logrado reducir
el consumo a pesar de la criminalización y
el daño penal. Es decir, no decae o aumenta
el consumo en relación a la mayor o menor
intensidad que tenga el enfoque punitivo.
Por tanto, bien puede decirse que lo que
tenemos ahora son las consecuencias nega-
tivas de un experimento de guerra.
Consecuencias negativas no
previstas y costos de la guerra
a las drogas
Como decíamos, el Informe Mundial de
Drogas de la UNODC en 2008 (
org…2008/wdr08_execsum_spanish.pdf)
reconoce una serie de consecuencias nega-
Josep Rovira Guardiola
