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Informaciones
Psiquiátricas
2015 - n.º 220
Anna Prats
scientists, to classify these disorders and
optimize their treatment. This attention has
helped on improving in this area quite fast.
Current data show a need to update the cri-
teria for MCI -EP to move forward: Ask for
an exhaustive and well defined neuropsy-
chological examination, establish an accu-
rate cut-off with acceptable sensitivity and
specificity data, and let classify the DCL-EP
in subtypes that can help us the patient’s
prognosis, management and treatment.
Key words:
Parkinson’s disease, Cognitive
Disorders, Mild Cognitive impairment, Neu-
ropsychology.
La Enfermedad de Parkinson (EP) es la se-
gunda patología neurodegenerativa más co-
mún después de la Enfermedad de Alzheimer.
Se estima que más de un millón de euro-
peos la padecen o padecerán en los próxi-
mos años [1]. Aunque se ha conceptualizado
clásicamente como una enfermedad motora,
cursa con una gran variedad de síntomas
no-motores que están infradiagnosticados y
se han asociado a una mayor discapacidad
y una peor calidad de vida en pacientes y
cuidadores [2].
Entre los síntomas no-motores de la EP se
encuentran los trastornos cognitivos [3]. Es-
tos tienen fuertes implicaciones en pacien-
tes y cuidadores: pueden aparecer en esta-
dos iniciales de la enfermedad [4,5], están
relacionados con un declive motor rápido y
funcional [6], afectan a las actividades de la
vida diaria [7] y a la calidad de vida [8,9],
incrementan la mortalidad[10], el estrés
del cuidador y el riesgo de institucionaliza-
ción[9,11].
Pese a su trascendencia, estos síntomas
han recibido durante años poca atención
tanto desde la investigación como desde la
práctica clínica. En el 2004 se publicó en
Lancet un artículo titulado: “Demencia en la
Enfermedad de Parkinson: común y tratable”
[12]. En el se hacía un llamamiento a los
clínicos y a los investigadores para trabajar
en un área olvidada hasta entonces en la EP,
los trastornos cognitivos. Esta reflexión fue
motivada por la publicación de dos estudios
que cambiarían para siempre dos ideas asen-
tadas en la EP: la percepción de que los tras-
tornos cognitivos no eran muy frecuentes
y que poco se podía hacer para su manejo.
Uno de los trabajos que ayudó a cambiar es-
tas concepciones fue un estudio longitudinal
prospectivo, de 224 pacientes, con 8 años
de seguimiento. Los resultados muestran que
entre un 60-80% de los afectados desarrolla-