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Informaciones

Psiquiátricas

2020 - n.º

241

El período “low-cost”:

2015-2017

El primer reto de implementar un Programa

PEP sin financiación específica consiste en la

reordenación de recursos asistenciales para

poder ofrecer una cartera de servicios míni-

ma de calidad. En nuestro caso, en la im-

plementación inicial se consideraron varios

elementos que deberían considerase impres-

cindibles en todo equipo PAE-TPI. Primero,

la definición de un equipo de profesionales

multidisciplinar específico que se dedique a

la atención de pacientes con un trastorno

psicótico incipiente. Respecto a la pobla-

ción susceptible a ser atendida, se planteó

personas jóvenes entre 16 y 35 años con el

diagnóstico de un PEP o un EMAR, evitando

incluir pacientes en período crítico inicial-

mente por la limitación de la disponibilidad

de tiempo por parte de los profesionales.

El seguimiento se planteó de 2 años por el

mismo motivo, para poder asegurar un trata-

miento intensivo a todos los que entraran en

el Programa, y evitar la saturación del sis-

tema dado que por población de referencia

era de esperar que tendríamos entre 40 y 50

casos incidentes por año. El equipo multidis-

ciplinar debería estar formado como mínimo

por psiquiatra, psicólogo, enfermera y tra-

bajador social. En el modelo inicial se optó

por incluir una enfermera y una trabajadora

social que atendieran a todos los pacientes

y la enfermera asumió el rol de gestor de

casos. Se planteó la participación de psi-

quiatras y psicólogos de infantil y adultos

en el equipo, con una reunión semanal de

una hora de duración a la que debían acudir

todos los profesionales del equipo, que ini-

cialmente fueron 9 facultativos cuyo trabajo

principal residía en diferentes dispositivos

y que destinarían de forma parcial unas ho-

ras al Programa: 1 Psiquiatra coordinador

(Agudos [8h]), 3 psiquiatras (1 de Agudos

[5h], 1 de CSMA [10h] y 1 de CSMIJ [5h]),

3 psicólogos (1 de Centro de Rehabilitación

[10h], 1 de CASD [4h], 1 de CSMIJ [5h]), 1

enfermera (CSMA [10h]) 1 trabajadora social

(CASD [5h]). Una condición necesaria para

poder garantizar la participación de todos

los profesionales en la reunión de equipo

fue bloquear sus respectivas agendas para

que pudieran asistir a la reunión semanal.

Esta condición era especialmente importante

porque el modelo implementado en el Pro-

grama del Parc Taulí incluía la participación

conjunta de profesionales de infanto-juvenil

y adultos que trabajaban en diferentes dis-

positivos de los ámbitos de hospitalización

(UCA, Agudos, Hospital de Día) y ambula-

torio (CSMIJ, CSMA). Los jefes de diferen-

tes ámbitos de Salud Mental del Parc Tau-

lí (Montse Pàmias en infanto-juvenil, José

Antonio Monreal en ambulatorio de adultos,

Javier Labad en hospitalización de adultos)

nos pusimos de acuerdo en la necesidad de

un modelo integrador evitando la dicoto-

mía “adultos

vs

infanto-juvenil” que a veces

existe en la implementación de Programas

PAE-TPI en el territorio. Se planteó que los

facultativos referentes de los pacientes in-

cluidos en Programa fueran las personas que

formaban parte del equipo y que participaban

en las reuniones semanales, lo que permitía

realizar planes terapéuticos individuales que

se podían debatir conjuntamente. Una de las

dificultades iniciales fue la de introducir la

especialización con un único referente en

el ámbito de infantil, pues existía cierta re-

sistencia por parte de los profesionales del

CSMIJ a dejar de atender a los pacientes con

un PEP y que fuera un único psiquiatra refe-

rente el que atendiera a estos pacientes. En

la etapa inicial, el psiquiatra infanto-juvenil

era referente de pacientes de su zona y exis-

tía el acuerdo de que hiciera de coordinado-

Javier Labad