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            Psiquiátricas
          
        
        
          2016 - n.º 226
        
        
          15
        
        
          diferentes entre sí (Penn, Corrigan, Bentall,
        
        
          Racenstein, y Newman, 1997), hallazgo que
        
        
          se ha podido corroborar en estudios poste-
        
        
          riores (Allen, Strauss, Donohue y Van Kam-
        
        
          men, 2007; Pinkham, Hopfinger, Pelphrey,
        
        
          Piven y Penn, 2008; Sergi y cols, 2007). Dos
        
        
          ejemplos recientes que ponen de manifiesto
        
        
          que la cognición social y la neurocognición
        
        
          son constructos relacionados pero distintos,
        
        
          pueden encontrarse en los metaanálisis de
        
        
          Fett, Viechtbauer, Domínguez, Penn, Van
        
        
          Os y Krabbendan (2011) y Ventura, Wood y
        
        
          Helleman (2011), cuyos resultados señalan
        
        
          que, en la mayoría de estudios analizados,
        
        
          existen correlaciones entre los dominios de
        
        
          la neurocognición y los de cognición social,
        
        
          pero el tamaño del efecto de los mismos
        
        
          oscila entre pequeño y moderado, llegando
        
        
          a señalar que la neurocognición no explica
        
        
          más del 10% de la varianza de la cognición
        
        
          social, lo que vuelve a corroborar la hipóte-
        
        
          sis planteada. Al hilo de esto Fanning, Bell
        
        
          y Fiszdon (2012), tras realizar un estudio en
        
        
          el que miden las asociaciones que se produ-
        
        
          cen entre déficits neurocognitivos y en cog-
        
        
          nición social en una muestra de 119 sujetos
        
        
          diagnosticados de esquizofrenia, encuentran
        
        
          que el 68% de los sujetos muestran déficits
        
        
          en ambos dominios, el 25% no presentan
        
        
          déficits neurocognitivos y si en cognición
        
        
          social, mientras que menos del 1% muestran
        
        
          déficits neurocognitivos pero no en cogni-
        
        
          ción social. Estos hallazgos les llevan a con-
        
        
          cluir que, al igual que plantearon Penn y cols
        
        
          (1997), un adecuado funcionamiento neuro-
        
        
          cognitivo representa un requisito necesario
        
        
          pero no suficiente a la hora de presentar un
        
        
          correcto desempeño de la cognición social.
        
        
          A nivel neurológico también se ha podido
        
        
          comprobar la existencia de sistemas semi-
        
        
          independientes para procesar estímulos
        
        
          sociales y no sociales (Adolphs, 2009; Van
        
        
          Overwalle, 2009).
        
        
          
            Evidencias empiricas acerca
          
        
        
          
            de la relacion entre cognicion
          
        
        
          
            social y funcionamiento
          
        
        
          
            psicosocial
          
        
        
          Como destacan Ruiz y cols (2006), además
        
        
          de las relaciones encontradas entre la neu-
        
        
          rocognición y la cognición social, un núme-
        
        
          ro elevado de recientes investigaciones han
        
        
          tratado de comprobar la relación existente
        
        
          entre la cognición social y el funcionamiento
        
        
          psicosocial en el caso de las personas diag-
        
        
          nosticadas de esquizofrenia. Estos trabajos
        
        
          han podido corroborar que la cognición so-
        
        
          cial funciona como un mediador entre el fun-
        
        
          cionamiento cognitivo y el funcionamiento
        
        
          social. A raíz de este hallazgo han apareci-
        
        
          do diversos modelos que vendrían a explicar
        
        
          dicho fenómeno, siendo estos tres los más
        
        
          destacables:
        
        
          COGNICION SOCIAL EN LA ESQUIZOFRENIA