Informaciones
Psiquiátricas
2016 - n.º 224
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EL RETO DE CONECTAR CON LAS NECESIDADES REALES DE LAS PERSONAS MAYORES Y FOMENTAR UN
ENVEJECIMIENTO ACTIVO Y SALUDABLE: INSPIRACIÓN EN INICIATIVAS ACTUALES
nidades y una óptima calidad de vida para
cada una de las personas mayores que viven
en una determinada realidad y contexto cul-
tural y social.
Está en nuestras manos potenciar la in-
novación a través de nuevas prácticas que
fomenten un envejecimiento activo y salu-
dable y solidaridad intergeneracional y que
sin duda ejercerán un impacto considerable
en la creación de sociedades modernas para
todas la edades [2].
En sintonía con esta necesidad de crear
nuevas fórmulas y de conectar con el con-
texto socio-cultural en el que viven las
personas mayores, en el presente artículo
se revisará en primer lugar el concepto de
“Envejecimiento Activo” y seguidamente se
expondrá la necesidad de conectarlo con la
idea de “Solidaridad Intergeneracional”. En
segundo lugar, se mostrará una revisión de
iniciativas actuales de relaciones intergene-
racionales a nivel nacional e internacional
con el fin de conectarlas con el concepto de
“Envejecimiento Activo”, las cuales pueden
inspirar también el desarrollo de futuros pro-
gramas para las personas mayores.
Envejecimiento Activo
El concepto de “Envejecimiento Activo”
fue planteado en los años 90 por la WHO para
transmitir un mensaje más completo que el
envejecimiento “saludable” –y así reconocer
otros factores que junto a la atención sani-
taria afectan a la forma de envejecer de las
personas mayores:
“El envejecimiento activo es el proceso de
optimización de las oportunidades de salud,
participación y seguridad con el objetivo de
mejorar la calidad de vida a medida que las
personas envejecen.
Permite a las personas realizar su potencial
de bienestar físico, social y mental a lo largo
de todo su ciclo vital y participar en la socie-
dad según sus necesidades, deseos y capaci-
dades, al mismo tiempo que les proporciona
protección, seguridad y atención adecuada
cuando necesitan asistencia.”
[3]
Su conceptualización permitió de forma
muy positiva pasar de un modelo que con-
templaba las personas mayores como perso-
nas pasivas (basado en necesidades) a otro
basado en los derechos (igualdad de opor-
tunidades) y dar apoyo a su responsabilidad
para ejercer su participación en el proceso
político y en otros aspectos de la vida co-
munitaria. Así también, el término ”activo”
logró incluir a todas las personas mayores
teniendo en cuenta su situación personal-
social y ampliar una esperanza de vida salu-
dable y con calidad de vida, manteniendo al
máximo su autonomía e independencia a tra-
vés de un bienestar físico, mental y social.
Y hasta el día de hoy, tal marco de refe-
rencia facilita el poder promover el desarro-
llo de estrategias a nivel global, nacional
y local con el fin de incidir y actuar sobre
el envejecimiento de la población y llevar
a la práctica acciones basadas en los tres
siguientes pilares clave [3]:
•
Participación:
hace referencia a políti-
cas y programas sociales, laborales, de
educación y sanitarios que fomenten la
participación de las personas mayores en
las diferentes actividades (socio-econó-
micas, culturales, espirituales). Se deben
tener en cuenta sus derechos, capacida-
des, necesidades y preferencias.
•
Salud:
se enfoca en asegurar tener acce-
so a toda la gama de servicios sociales
y de salud que tengan en cuenta las ne-
cesidades y derechos de las personas a
medida que se hacen mayores. Se trata
de mantener los factores de riesgo a un
nivel bajo y los factores de protección a
