Informaciones
Psiquiátricas
2015 - n.º 220
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DEMENCIA EN EL ADULTO JOVEN
tamente progresivo debido a hipoxia cerebral
nocturna sostenida. Se ha comunicado que
este trastorno se diagnosticó en hasta un 8%
de casos en un servicio de DIP [14]. La epi-
lepsia amnésica transitoria causa episodios
fluctuantes de amnesia para periodos discre-
tos. En adultos jóvenes el diagnóstico dife-
rencial incluye también a un mayor número
de trastornos psiquiátricos debido a la mayor
frecuencia de presentaciones con trastornos
no-cognitivos, y que como consecuencia, es-
tos pacientes sean inicialmente derivados a
psiquiatras de adultos. A esto debe añadirse
la problemática del trastorno cognitivo que
frecuentemente se asocia a enfermedades
mentales graves crónicas.
Principios generales del
manejo de las DIP
El manejo y tratamiento de las DIP es-
taría basado en tres pilares principales. El
primero sería el diagnóstico precoz, que es
valorado como la principal preocupación de
pacientes y cuidadores [15]. El segundo se
basa en la existencia de servicios especia-
lizados específicos y multidisciplinarios para
DIP. Estos pueden residir dentro de servicios
genéricos de demencia o bien ser servicios
a parte. Cada distrito debería tener también
un clínico coordinador responsable para es-
tos pacientes. El tercero sería la creación de
sistemas de apoyo para pacientes con DIP y
para sus familiares y cuidadores.
Valoración de las demencias
en el adulto joven
Es importante que la valoración de estos
pacientes se lleve a cabo de una forma sis-
temática y estructurada. Antes de empezar
es importante que se tengan en considera-
ción aspectos tales como barreras lingüísti-
cas que por ejemplo requieran la ayuda de un
intérprete profesional (no se considera buena
práctica emplear a familiares o amigos para
este menester), o bien el nivel cultural y edu-
cativo del paciente, o la presencia de disfun-
ciones o déficits sensoriales que dificulten
la comunicación. El clínico deberá también
entrevistar al familiar o cuidador de forma
separada. La valoración del paciente en sí se
ha descrito en otros lugares por lo que no se
discutirá aquí [16], pero deberá incluir ne-
cesariamente una valoración cognitiva, neu-
roconductual y psiquiátrica, una exploración
neurológica y física general, y pruebas com-
plementarias apropiadas al caso, tales como
test sanguíneos, neuroimagen estructural (y
funcional si es apropiada), neuropsicología,
test genéticos, inmunológicos, electroence-
falograma, análisis de líquido cefalorraquí-
deo, biopsias de tejidos, etc. Finalmente,
los equipos multidisciplinarios deberán con-
siderar aspectos médico-legales que puedan
ser de importancia en estos pacientes, tales
como la conducción de vehículos, finanzas,
consentimiento informado, capacidad mental
para toma de decisiones importantes, protec-
ción de menores, e infracciones de la ley.
La problemática del cuidador
El diagnóstico de DIP tiene un impacto sig-
nificativo sobre las parejas de los pacientes;
impacto que ya habría empezado en la fase
pre-diagnóstica. Las preocupaciones más co-
munes de estas personas son el miedo a la
dependencia y al futuro [17]. Esto a menudo
causa cuadros depresivos [17], especialmente
en parejas de pacientes con demencia fron-
totemporal [17]. En un estudio que incluía a
185 casos de DIP en Londres, se observó que