54
Informaciones
Psiquiátricas
2020 - n.º
240
Introducción
El Hospital de Día de Adultos (HDA) de
Martorell pertenece a la Congregación de
Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón
de Jesús y es un servicio concertado con
el CatSalut, integrado en la Red de Salud
Mental y Adicciones de Cataluña. Con 15
años de existencia, es un recurso de acogi-
da y tratamiento de los pacientes en crisis
o emergencia de malestar psíquico; que vie-
nen derivados desde unidades de atención
intensiva y Centros de Salud Mental.
El HDA es un dispositivo afín a las líneas
que priorizan las políticas del Plan director
de Salud Mental y Adicciones, ya que permi-
te: la flexibilidad, la promoción de derechos,
la prevención de la exclusión y del estigma,
la atención al paciente en vertiente de pri-
mera persona, la implicación de la familia
desde el primer momento y el trabajo en
red con otros servicios (sanitarios, sociales,
mundo laboral, educación y justicia). (1)
Incluye unas variables que favorecen el con-
sentimiento a la propuesta terapéutica:
-
La voluntariedad,
-
La compatibilidad con la vida diaria,
-
La relativa proximidad al domicilio,
-
El marco de flexibilidad de adaptación a la
clínica de cada caso,
-
La atención intensiva, la frecuencia y la
duración,
-
La disposición de una atención combinada
entre lo individual, grupal y familiar,
-
El desarrollo de la práctica clínica en equipo.
Permite observar:
-
El modo de hacer en la vida diaria, en su
estar a solas y en grupo.
-
La diferencia entre la palabra y el acto.
-
Cómo se formulan las demandas, cómo se
hace cargo del malestar o cómo se rehúyen
las ayudas.
-
Cuál es la naturaleza de su angustia, como
construye los síntomas y cuáles son las de-
fensas que se pueden movilizar. (2)
Posibilita:
-
Un clima de respeto a la particularidad.
-
Darse un tiempo de espera, de conversa-
ción, de compañía y de diálogo.
-
Estar con el paciente más allá de las visitas
del despacho o de los grupos en las salas.
-
Una atención que va más allá del diagnós-
tico y el tratamiento farmacológico.
-
Un tiempo para la elaboración de los pro-
blemas.
-
Comprender la configuración subjetiva del
paciente, del contexto y plantear alterna-
tivas de recorrido terapéutico.
Por todo ello, a pesar de la gravedad de
los casos que atendemos, las limitaciones
institucionales y la dificultad propia de
nuestra labor, el HDA podría considerarse un
dispositivo privilegiado, tanto para la per-
sona que acude, como para los profesionales
que trabajamos en él. Nos permite obser-
var, acompañar y tratar, con una mirada más
cuidadosa, muchos aspectos de detalle que
amplían los matices de la atención clínica.
Y en particular como profesionales, el es-
fuerzo de confluir para establecer criterios
comunes desde nuestros respectivos mode-
los disciplinas.
Carmen Muñoz Arca