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Informaciones
Psiquiátricas
2019 - n.º
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ten esas normas explícitas o implícitas, el
alzar la voz o los intentos de no permanecer
en cama, entre otros, pueden ser conductas
primero “patologizadas” y posteriormente
“medicalizadas”.
Si se focaliza en el campo residencial, se
ha encontrado una asociación entre el mayor
uso de sujeciones y algunas realidades asis-
tenciales. Así, a menor espacio físico, menor
tiempo disponible de intervención y (en al-
gunas ocasiones) a mayor carga de trabajo se
incrementa el riesgo de sujeciones. La into-
lerancia de familiares, trabajadores, gestores
u otros usuarios a determinadas conductas
que no satisfacen las expectativas de com-
portamiento también incrementa el riesgo,
así como la escasa formación del personal
en abordajes no farmacológicos. Una de las
realidades asistenciales donde hay un ma-
yor riesgo del empleo de sujeciones y don-
de parece haber una mayor resistencia a su
abandono es en el horario nocturno, donde
confluyen factores como la escasez de per-
sonal, el insomnio crónico verdadero y los
falsos insomnios motivados por la exigencia
contraria a la fisiología humana de pasar un
número elevado de horas en la cama.
Sin embargo la prescripción off-label o
fuera de indicación de un psicofármaco no
necesariamente constituye una sujeción quí-
mica. El Real Decreto 1015/2009
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, permite
un uso correcto de fármacos en circunstan-
cias de excepcionalidad o ante la ausencia
de alternativas terapéuticas autorizadas,
siempre que haya un respeto a los protoco-
los asistenciales, se deje constancia en la
historia clínica y se firme un consentimiento
informado. Dos empleos de psicofármacos
que constituyen una praxis adecuada son el
manejo de trastornos mentales resistentes y
la ausencia de indicaciones oficiales para un
trastorno concreto (7). Un ejemplo correcto
de una prescripción off-label en patologías
resistentes sería el empleo de Clozapina en
pacientes con trastorno bipolar grave con
múltiples recaídas. Un ejemplo de tratamien-
to adecuado en ausencia de indicaciones
oficiales es el empleo de cualquier antipsi-
cótico en un trastorno de ideas delirantes,
dado que no hay ningún medicamento con
indicación oficial de tratamiento para esta
enfermedad.
Dinámicas en relación al
empleo de sujeciones
Aunque sería pretencioso resumir todas las
posibles causas de la aplicación y continui-
dad en el tiempo del empleo de sujeciones
físicas y químicas en una única dinámica,
exponemos un acercamiento sistémico basa-
do en la influencia del “poder”.
Se parte de la base de que la mayoría de
los profesionales emplea medidas de res-
tricción física o psicofármacos para el ma-
nejo de conductas de forma juiciosa, pero
no se debe eludir que con frecuencia existen
“fuerzas” que motivan o “convencen” a los
profesionales sanitarios para el empleo de
unas medidas no indicadas para el abordaje
de problemas concretos de conducta. No hay
más que observar las elevadas cifras de me-
dicalización en diagnósticos como el duelo,
el trastorno adaptativo o los trastornos de
personalidad.
En el contexto de un anciano instituciona-
lizado, máxime si padece una demencia, la
posibilidad de elegir, incluyendo la posibili-
dad de oponerse a un abordaje determinado,
puede no ser tenida en cuenta. Ante la apa-
rición de una conducta no esperada, es fácil
que ésta sea considerada una conducta pro-
blemática, y de ahí a considerar que cons-
tituye un síntoma potencialmente tratable
solo hay un paso. Quizás el personal médico
Jorge López Álvarez / Luis F. Agüera Ortiz / Javier Olazarán Rodríguez