Informaciones
Psiquiátricas
2018 - n.º
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de algunos profesionales (44), este hecho no
será distinto para intervenciones más “nove-
dosas” como lo pueden ser las intervenciones
psicológicas de tercera generación. Algunos
profesionales pueden ver a los programas de
intervención psicosocial como como costo-
sos en tiempo, dinero y recursos humanos, e
infravalorar la eficacia a largo plazo de este
tipo de programas, por lo que pueden ser vis-
tos como un “lujo innecesario”.
Es necesario que las personas que imple-
menten IBM dispongan de formación ade-
cuada y suficiente. Además de la práctica
personal, imprescindible para instruir este
tipo de prácticas, es muy recomendable que
los profesionales que apliquen IBM reciban
supervisión por parte de otros profesionales
con mayor nivel de experiencia. Como míni-
mo, la supervisión debería realizarse durante
la fase de implantación, sobre aspectos como
la selección de pacientes, resistencia de los
profesionales o la solución de dificultades en
el diseño de las sesiones, para facilitar la
adaptación la intervención al propio recur-
so y corregir desviaciones de los principios
y metodología general de estos programas.
También puede ser beneficioso realizar se-
siones informativas sobre Mindfulness para
los profesionales que no estén implicados en
su puesta en práctica, para que conozcan los
objetivos y eficacia de la intervención y pue-
dan colaborar en su exitosa implementación.
4. Organizaciones:
Del mismo modo que entre distintos pro-
fesionales, las organizaciones pueden tener
estructuras rígidas de atención, poco procli-
ves al cambio que puede suponer la imple-
mentación de nuevas intervenciones o pers-
pectivas. Algunos aspectos mal entendidos
de Mindfulness (por su origen en el budismo)
pueden chocar con la filosofía, cultura y va-
lores de algunas instituciones. En algunos
casos, la falta de recursos humanos, la poca
disponibilidad para una formación adecuada
de los instructores o la escasez de recursos
materiales puede limitar la implementación
de un programa.
La adaptación de la estructura de los pro-
gramas a las características del centro o ser-
vicio puede facilitar su implementación. De
nuevo la información facilitada a los miem-
bros de las organizaciones puede facilitar su
ajuste con la filosofía asistencial de los cen-
tros. Una estructura que facilite la formación
de sus profesionales puede redundar en una
mejor aplicación de los programas.
5. Gestores:
Del mismo modo que algunas limitaciones
de las organizaciones, los gestores de salud
pueden presentar resistencias al cambio, te-
ner tendencia a sobrevalorar la cantidad so-
bre la calidad, sobrevalorar los costes econó-
micos de la intervención o estar faltados de
información sobre las evidencias mostradas
por estas intervenciones.
Por último en muchas ocasiones son las
iniciativas particulares de los propios profe-
sionales de las organizaciones las que con-
siguen llevar a cabo la implementación de
estrategias de nueva elaboración. Pero es
imprescindible contar con el apoyo de la di-
rección/gerencia de los centros para asegu-
rar la viabilidad de los proyectos. Para ase-
gurar el éxito en la implementación de este
tipo de intervenciones, es necesario no sólo
un modelo de “abajo-arriba”, sino disponer
también de un soporte de “arriba-abajo” que
estructure la aplicación de los programas.
PROGRAMAS DE INTERVENCIÓN BASADOS EN MINDFULNESS:
¿POR QUÉ UTILIZARLOS CON CUIDADORES?