Informaciones
Psiquiátricas
2017 - n.º 229
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Como se ha comentado anteriormente, las
alteraciones neuropsicológicas, salvo las que
sean de carácter más severo, no deberían
considerarse nunca un motivo para no ha-
cer partícipe al paciente de la información
relevante e incorporarle en la elección de
objetivos y en la toma de decisiones, sino
que obligará a los profesionales a adaptar
la transmisión de información. En cualquiera
de los casos, será aun más importante que
con la familia dedicar tiempo a comprobar
qué es lo que está comprendiendo y pro-
cesando el paciente, haciéndole preguntas
abiertas sobre lo que le hemos transmitido
(ej: “¿qué idea te ha quedado de esto que
acabamos de hablar?”), animándole a que
nos pregunte, etc.
Atención y memoria:
Los procesos atencionales actúan en cierto
modo como un filtro y una puerta de entrada
al conocimiento, de tal modo que cuando
se ven afectados, el paciente mostrará di-
ficultades para aprehender lo más relevante
de lo que se le está comentando y con fre-
cuencia perderá el hilo y se fatigará. Si es
la memoria en sus diferentes componentes
la que está afectada, parte de la informa-
ción transmitida podrá no ser fijada en la
memoria a largo plazo y perderse, o no ser
recuperada en el momento apropiado en el
que es necesaria; todo ello podrá ralenti-
zar el proceso de aprendizaje del paciente y
obligar al clínico a transmitir en diferentes
momentos y de diferente forma la informa-
ción significativa. Tanto en un caso como en
el otro, será importante que nos aseguramos
de que el paciente nos está atendiendo y es-
tablezca contacto visual con nosotros, bus-
cando un espacio tranquilo y eliminando o
atenuando aspectos que puedan distraerle o
bloquearle (ej: dejando descolgado el telé-
fono y pidiendo a otros compañeros que no
nos interrumpan, no estando presentes de-
masiadas personas en dicho espacio, etc.).
Generalmente, proporcionaremos la informa-
ción en pequeñas “dosis”, que le permita
atender y codificar lo que le estamos trans-
mitiendo, y comprobaremos de cuando en
cuando que ha entendido lo que queremos
transmitirle. Será también importante no
prolongar en exceso la reunión con el fin de
evitar la fatiga. Una manera de afrontarlo
sería comenzar la reunión, si se trata de una
reunión formal, con su familia y hacer pasar
al paciente en los últimos minutos, de modo
que evitemos bombardearle con información
redundante o poco elaborada, que incluirá
probablemente gran cantidad de preguntas
de mayor o menor relevancia por parte de
los familiares y clínicos, y podamos hacerle
partícipe de los aspectos más importantes
relacionados con su evolución, su trabajo y
el pronóstico.
Lenguaje:
Una alteración importante del lenguaje,
principalmente cuando afecte a la capacidad
receptiva (y, por lo tanto, a la comprensión)
será un reto muy importante de cara a trans-
mitir información al paciente y, en algu-
nos casos, incluso llegará a imposibilitarlo.
Cuando la afectación de la comprensión no
sea extrema, será conveniente utilizar un
lenguaje sencillo, con frases cortas y apo-
yándonos en varios canales de comunica-
ción (ej: gestos, tono emocional) de forma
simultánea. Siempre, en estos casos, será
fundamental no dar por supuesto ni hacer
"lectura de mente" del paciente, asumiendo
que sabemos cuál es su opinión acerca de
un tema que hemos abordado en la reunión.
En dichas situaciones, es conveniente com-
probar de forma reiterada que el paciente
está comprendiendo la información que se
le transmite.
LA TRANSMISIÓN DE INFORMACIÓN CLÍNICA EN PACIENTES CON
DAÑO CEREBRAL ADQUIRIDO Y SUS FAMILIAS