Informaciones
Psiquiátricas
2016 - n.º 224
35
COMPLEJIDAD EN LA VALORACIÓN DEL DOLOR EN PERSONAS MAYORES
rá, en gran medida, de influencias cultura-
les, sociales, tipo de personalidad previa
y estado afectivo. Con la edad aumenta la
frecuencia de aparición de dolores atípicos
como síntoma de diversas enfermedades,
retrasando su diagnóstico y, por tanto, di-
ficultando el pronóstico y graduación de la
gravedad (p. ej., infarto agudo de miocar-
dio sin dolor, abdomen agudo asintomáti-
co)
8
.
El dolor maligno es más frecuente con
el envejecimiento, ya que la presencia de
neoplasias aumenta con la edad. Así, el
60% de todas las neoplasias y el 70% de
todas las muertes producidas por cáncer
se desarrollan en personas mayores de 65
años. Un adecuado control de síntomas y la
correcta identificación de necesidades psi-
cológicas garantizan un óptimo manejo del
paciente geriátrico. En estudios en pacien-
tes institucionalizados con dolor maligno,
hasta el 29% presenta dolor diario, muchas
veces no tratado.
En cuanto a los factores que influyen
en una infrautilización de recursos tera-
péuticos, se encuentran aspectos del pro-
pio paciente, que lo asume como cambios
inherentes a la edad, miedo a molestar,
incomodidad a realizar pruebas comple-
mentarias; asimismo, la familia lo ve como
cambios propios del envejecimiento y esta
percepción la tienen también algunos pro-
fesionales sanitarios.
Los problemas de comunicación y senso-
riales (visuales y auditivos) dificultan, en
gran medida, la valoración adecuada del
dolor así como la creencia o el miedo a
reacciones adversas a fármacos, limitando
la utilización de fármacos adecuados para
su control.
Demencia y dolor
Las personas con deterioro cognitivo pre-
sentan una doble discriminación: primero por
la edad, y segundo por la enfermedad neuro-
degenerativa que dificulta la comunicación.
Así, hay estudios en paciente con demencia
y fractura de cadera, donde se administra un
50% menos de opiáceos con relación a con-
troles sin demencia. Es frecuente la presen-
tación de dolor en forma de trastornos con-
ductuales, cuadro confusional, disminución
de movilidad y posturas antiálgicas que, en
último término, provocan sobrecarga del cui-
dador principal11,12. Para realizar una ade-
cuada valoración de un aspecto tan subjetivo
como el dolor en pacientes con dificultad de
comunicación, es fundamental disponer de
información adecuada por parte de los cuida-
dores habituales, formales e informales. Así
mismo no se dispone de estudios suficientes
sobre la respuesta de tratamientos analgési-
cos farmacológicos en población de mayores
de 65 años en nuestro medio, sobretodo de
estudios centrados en la respuesta a los fár-
macos usados en la práctica habitual médica
geriátrica.
Gestión del dolor en
personas mayores
El examen del dolor en pacientes mayores
debe componerse de tres grandes fuentes:
1)
El examen físico, donde se debe analizar
la condición médica general, un examen
musculo-esquelético, el examen de la
trasmisión neural del dolor la repercusión
funcional del dolor y por último el propio
examen dolor; tipo, características subje-
tivas, intensidad, etc, tal y como muestra
la figura 1.