Table of Contents Table of Contents
Previous Page  21 / 132 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 21 / 132 Next Page
Page Background

Informaciones

Psiquiátricas

2018 - n.º

231

21

LA COGNICIÓN SOCIAL COMO VARIABLE RASGO EN ESQUIZOFRENIA Y SU

RELACIÓN CON EL FUNCIONAMIENTO PSICOSOCIAL

Existen varias investigaciones que en-

cuentran dificultades estables en diferentes

aspectos de la cognición social como es la

capacidad para el reconocimiento emocional

a través de tareas de análisis de rostros. Así,

en algunos estudios la dificultad en esta po-

blación para analizar caras neutras permane-

ce estable a lo largo de la enfermedad (Com-

parelli et al, 2013; Demirbuga et al, 2013),

pudiendo interpretar rostros neutros como

hostiles, lo que daría explicación incluso a

algunos delirios de tipo paranoide (Green y

Horan, 2010). Pomarol-Clotet et al (2010),

encuentran que los problemas para el reco-

nocimiento emocional son permanentes en

los pacientes y además están presentes en

familiares. Eack et al (2010), señalan el re-

conocimiento de emociones como rasgo, ya

que los déficits están también presentes en

familiares, los cuales atribuyen hostilidad a

caras neutras y tardan más tiempo en resol-

ver estas tareas que la población general.

El reconocimiento de emociones negativas

es deficitario en esquizofrenia desde antes

del comienzo de la enfermedad, es decir,

en estados prodrómicos de la misma y ade-

más permanece estable una vez comienza el

trastorno y a lo largo del curso del mismo

(Camparelli et al, 2013).

Sprong et al (2007) observan deterioro en

teoría de la mente en pacientes en remi-

sión, pero además se han encontrado estos

déficits también en pacientes con primeros

episodios, en familiares no afectados y en

personas en estados de alto de riesgo de

padecer la enfermedad (Bora y Pantelis,

2013), señalando la posibilidad de que se

constituyan, por tanto como un rasgo. De

Acahával et al (2008) observan problemas

para resolver tareas de “meteduras de pata”,

tanto en familiares como en pacientes. En

su meta-análisis, Lavoie et al (2012) en-

cuentran déficits en cognición social en fa-

miliares de personas con esquizofrenia al ser

comparados con sujetos control, situándose

este grupo, en lo referente a su desempeño

en la cognición social, en un lugar interme-

dio entre pacientes y controles sanos. Tanto

los pacientes como los familiares invierten

mucho tiempo en analizar características

poco relevantes de una situación social e

invierten poco tiempo en analizar carac-

terísticas muy relevantes de una situación

para emitir una repuesta, lo que los hace

menos efectivos socialmente en el medio

(Green y Horan, 2010, Pomarol-clotet et al,

2010), además estas dificultades no parecen

remitir a pesar de que la persona se estabili-

ce a nivel sintomatológico. En cuanto al es-

tilo atribucional, varios estudios encuentran

déficits similares en pacientes y en familia-

res, comparados con grupos control, como

son el sesgo a saltar directamente a las con-

clusiones o sesgo de personalización que se

encuentran a demás en la base de muchos

delirios típicos de la enfermedad (Campa-

relli et al 2013, Pomarol-Clotet et al 2010).

A pesar de toda esta evidencia a favor

acerca de la concepción de estos déficits

como rasgo, también existen autores que

han encontrado datos que apoyan la idea

de que dichos déficits en realidad se cons-

tituyen como variable estado. Por ejemplo,

Frith (1992) observa que personas en re-

misión de la enfermedad y con rasgos de

pasividad muestran desempeños adecuados

en tareas de teoría de la mente. Por su par-

te, Hardy-Baylé (1994) encuentra que, si

no hay síntomas de desorganización en los

pacientes, estos tienden a presentar bue-

nos resultados en esta capacidad. Además,

según Lavoie et al (2012) los estudios con

familiares aportan datos inconsistentes, ya

que mientras unos estudios informan de un

rendimiento peor en familiares que en con-

troles (Bediou et al, 2007; Alfinova et al,