Informaciones
Psiquiátricas
2020 - n.º
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Uno de los aspectos claves de la actividad
de las Unidades Funcionales del PAE-TPI es
la detección precoz de los trastornos psicó-
ticos incipientes en los diferentes medios en
los que aparecen y pueden ser reconocidos,
para así facilitar el acceso al Programa.
Las estrategias facilitadoras en esa de-
tección indefectiblemente deben pasar por
incrementar el conocimiento sobre los tras-
tornos mentales y en particular sobre las
manifestaciones clínicas y características de
los TPI entre la población general y, espe-
cialmente, entre los profesionales sanitarios
de los lugares de consulta de población ju-
venil: atención primaria, servicios sociales,
ámbito educativo y otros espacios de con-
tacto de población juvenil.
Es por eso que desde el PAE-TPI de Sagrat
Cor apostó desde el primer tiempo de desa-
rrollo del programa la necesidad de dotar a
los profesionales de los diferentes niveles
del sistema sanitario de los conocimientos
y habilidades suficientes para la detección
precoz de la psicosis.
El papel de la atención
primaria en la psicosis
incipiente
Es evidente que, en la práctica, uno de los
principales problemas en el tratamiento de la
psicosis es el retraso en el diagnóstico y en el
inicio de las medidas terapéuticas. El tiempo
transcurrido desde las primeras manifestacio-
nes y el inicio del tratamiento debe ser mínimo
pues su dilatación implica peor pronóstico.
En el medio actual, los servicios de salud
primaria constituyen la puerta de entrada
al entorno sanitario y la Atención Primaria
debería ser capaz de detectar los trastornos
psicóticos lo más precoz posible.
Existe literatura médica suficiente que
avala este argumento, pero la realidad es
que aún resulta un nivel de detección insu-
ficiente, en parte por la propia complejidad
de la patología mental. (8)
Goldberg y Huxley (9), en su ya clásico
“Mental Ilness in the community”, propu-
sieron un modelo cinco niveles en el pro-
ceso asistencial en salud mental. El
primer
nivel
engloba a la población general en
el medio comunitario en el que existe un
considerable número de personas con sínto-
mas psiquiátricos y/o psicopatológicos. El
segundo nivel
es el subconjunto de per-
sonas con síntomas que buscan ayuda en
atención primaria. El
tercer nivel
lo consti-
tuyen las personas en las que el médico de
AP ha identificado patología psiquiátrica.
De esas, algunas son diagnosticadas y de-
rivadas a tratamiento a los servicios de Sa-
lud mental, y constituyen el
cuarto nivel
.
Y el
quinto nivel
están aquellos que, ya en
servicios de salud mental, son atendidos y
tratados en servicios aún más específicos
como unidades de hospitalización o progra-
mas especiales para pacientes.
Siguiendo a Goldberg y Huxley, el des-
plazamiento por estos niveles depende de
cuatro aspectos (ellos lo llaman filtros): las
características del paciente, las caracterís-
ticas clínicas, las habilidades del médico y
las barreras sistémicas. La combinación de
ellos determinará si un paciente pasa al si-
guiente nivel.
En el caso de jóvenes con primeras mani-
festaciones psicóticas, el proceso se hace
más complejo con saltos de nivel y la apa-
rición con frecuencia de servicios de urgen-
cia, pero un alto porcentaje sigue respon-
diendo a ese sistema y pasan de un malestar
en el primer nivel, el comunitario, percibido
por ellos mismos o su entorno al segundo
nivel, en atención primaria.
EL PAPEL DE LA ATENCIÓN PRIMARIA EN LA ATENCIÓN A PRIMEROS EPISODIOS PSICÓTICOS:
EXPERIENCIA EN EL PAE-TPI DE HOSPITAL SAGRAT COR