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Informaciones
Psiquiátricas
2019 - n.º
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En relación al género, mientras que algu-
nos autores no encuentran diferencias sig-
nificativas a nivel cognitivo entre géneros
(34), el estudio de Liu y colaboradores (35)
apunta a que las mujeres podrían obtener
peores resultados en las pruebas de memoria
de trabajo en comparación con los hombres
con dependencia al alcohol.
Otro de los factores a tener en cuenta son
los antecedentes de traumatismo craneoen-
cefálico (TCE), que las personas con tras-
torno por uso de alcohol padecen con más
frecuencia que el resto de población. Parece
que los pacientes con TCE y abuso de sustan-
cias tienen peor rendimiento cognitivo que
el esperado por cada uno de los diagnósticos
por separado (36).
Por último, a tener en cuenta que anorma-
lidades nutricionales y metabólicas, enfer-
medad cardiovascular y hepatopatía son fac-
tores de riesgo conocidos para el desarrollo
de déficits cognitivos asociados al consumo
de alcohol (37,38).
Alteraciones neurobiológicas
y neuropsicológicas
El consumo prolongado de alcohol se ha
relacionado con pérdida neuronal (en espe-
cial de materia blanca) en el córtex frontal,
hipotálamo y cerebelo (19). Estudios de neu-
roimagen cerebral muestran anormalidades
morfológicas (atrofia frontal), estructurales
(aumento del tamaño de los ventrículos, sur-
cos y fisuras) y funcionales (menor glucosa
y flujo sanguíneo reducido en los lóbulos
frontales) (39). Los mecanismos implicados
tienen que ver, por un lado, con el efecto
neurotóxico directo del alcohol sobre el ce-
rebro, el estrés oxidativo, la excitotoxicidad,
daño mitocondrial y apoptosis. Y por el otro,
con el déficit de tiamina por desnutrición,
malabsorción en el tracto digestivo y fallo
hapático, que tienen que ver con la apari-
ción de condiciones severas como la encefa-
lopatía de Wernicke y el síndrome de Wernic-
ke-Korsakoff (5).
Este daño se traduce en deterioro cogniti-
vo, alteraciones de personalidad, problemas
en la regulación afectiva y, en consecuen-
cia, afectación funcional. Las alteraciones
más comunes son las relacionadas con los
problemas de memoria y aprendizaje, funcio-
nes ejecutivas (toma de decisiones, fluencia
verbal, abstracción, resolución de proble-
mas) y análisis y síntesis visoespacial. La
velocidad de procesamiento psicomotriz y de
procesamiento de la información así como
la memoria de trabajo también suelen ver-
se afectadas (5). Existen también estudios
que apuntan dificultades en la cognición
social, en concreto en la empatía emocio-
nal y la capacidad de juicio emocional, que
pueden acarrear dificultades en las relacio-
nes sociales (40). En cambio, los procesos
de memoria implícita/automática, la me-
moria procedimental y habilidades motoras,
así como habilidades cristalizadas como la
inteligencia general, el vocabulario, el cono-
cimiento general o las habilidades sociales
suelen mantenerse preservadas, hecho que
contribuye a que el déficit cognitivo pueda
pasar desapercibido (41).
Implicaciones del deterioro
cognitivo sobre el tratamiento
El deterioro neurocognitivo interfiere en el
proceso de tratamiento del alcoholismo y en
sus resultados (20). Su presencia incide en
las posibilidades de vinculación y aprovecha-
miento de las intervenciones y tratamientos
para el abandono de la sustancia. Contribu-
ye a la obtención de peores resultados en
el tratamiento, incluyendo peor adherencia
y mayor tasa de recaídas, peor autoeficacia
Celia Mareca Viladrich