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76

Informaciones

Psiquiátricas

2019 - n.º

236

Factores de riesgo

Existen algunos factores que se han apun-

tado como moduladores de la aparición y

gravedad de deterioro cognitivo asociado al

consumo de alcohol (19–22). Al igual que en

el desarrollo del propio trastorno por uso de

alcohol, parece que el cambio cognitivo pue-

de estar relacionado con diferencias genéticas

en la capacidad para metabolitzar el alcohol

(23), si bien hay que tener en cuenta factores

epigenéticos, cuyo estudio es altamente com-

plejo (24). Por otro lado, así como tener ma-

yor edad está relacionado con mayor riesgo de

deterioro cognitivo, algunos estudios mues-

tran la relación entre mayor edad, consumo de

alcohol y grado de deterioro cognitivo (25).

Parece que mayor nivel de estudios y mejor

posición socioeconómica funcionan como fac-

tores protectores de desarrollo de demencia en

esta población (26,27).

La historia y el patrón de consumo juegan

un papel importante en la aparición de de-

terioro, no sólo en relación a los años y can-

tidad de alcohol consumida, sino también al

número de desintoxicaciones previas: perio-

dos de abstinencia repetidos están asociados

a mayor daño cognitivo y peor recuperación

atencional y ejecutiva (28). El consumo en

las personas jóvenes puede ser especialmen-

te problemático por dos motivos: el cerebro

se encuentra todavía en desarrollo, por lo

Trastorno neurocognitivo leve:

A. Evidencias de un declive cognitivo moderado comparado con el nivel previo de ren-

dimiento en uno o más dominios cognitivos (atención compleja, función ejecutiva,

aprendizaje y memoria, lenguaje, habilidad perceptual motora o cognición social)

basada en:

1.

Preocupación en el propio individuo, en un informante que le conoce o en el

clínico, porque ha habido un declive significativo en una función cognitiva y

2.

Un deterioro modesto del rendimiento cognitivo, preferentemente documentado

por un test neuropsicológico estandarizado o, en su defecto, por otra evaluación

clínica cuantitativa.

B. Los déficits cognitivos no interfieren con la autonomía del individuo en las activida-

des cotidianas (es decir, conserva las actividades instrumentales complejas de la vida

diaria, como pagar facturas o cumplir los tratamientos, pero necesita hacer mayor

esfuerzo, o recurrir a estrategias de compensación o adaptación).

C. Los déficits cognitivos no ocurren exclusivamente en el contexto de un síndrome

confusional.

D. Los déficits cognitivos no se explican mejor por otro trastorno mental.

Cuadro 3. Criterios diagnósticos para trastorno neurocognitivo leve.

Celia Mareca Viladrich