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Informaciones
Psiquiátricas
2016 - n.º 226
Introducción
La relación entre el uso de cannabis y el de-
sarrollo trastornos psicóticos se ha intentado
explicar desde diferentes vertientes. Una de
las hipótesis más aceptadas señala que el
desarrollo de síntomas psicóticos podría ex-
plicarse desde un modelo de interacción gen-
ambiente, en el que sujetos genéticamente
vulnerables, en contacto con determinados
estresores ambientales como el consumo de
cannabis, podrían presentar una mayor pre-
disposición al desarrollo de enfermedades
psiquiátricas, como por ejemplo trastornos
del espectro de la psicosis. Otras hipótesis
señalan una posible relación de causalidad,
una etiología compartida o automedicación
en el contexto de síntomas premórbidos.
1
Determinadas características en el uso de
cannabis podrían jugar un papel clave en el
desarrollo de trastornos psicóticos, como la
prevalencia de consumo, la edad de inicio, la
potencia del cannabis y determinados pará-
metros de consumo, como cantidad, frecuen-
cia y duración de exposición. En este senti-
do, la asociación entre cannabis y trastornos
psicóticos (incluyendo el diagnóstico de es-
quizofrenia) ha demostrado ser más intensa
en aquellos sujetos que han iniciado el uso
de cannabis a una edad más temprana o han
usado mayores cantidades o un cannabis de
mayor potencia durante la adolescencia, esto
es, con una mayor cantidad de tetrahidrocan-
nabinol (THC).
1
Aunque el uso de cannabis
no es ni necesario ni suficiente para el desa-
rrollo de trastornos psicóticos, la evidencia
existente sugiere que el uso de cannabis po-
dría iniciar el desarrollo de estos trastornos
en sujetos vulnerables, y este hallazgo mere-
ce una seria consideración desde el punto de
vista de las políticas de salud pública.
2
Las
políticas reguladoras del consumo de canna-
bis aplicadas en los distintos países podrían
influir en estos parámetros y por tanto en el
desarrollo de los trastornos psicóticos rela-
cionados con el consumo de cannabis a nivel
poblacional. En el presente documento se
presentará el modelo existente en los Países
Bajos, analizando si las políticas aplicadas
en este país han podido influenciar paráme-
tros como la prevalencia, la edad de inicio de
consumo y la potencia del cannabis.
Objetivos del modelo holandés
El objetivo clave de las políticas aplicadas
en los Países Bajos es la prevención y limita-
ción de los riesgos asociados al consumo de
cannabis, tanto para los usuarios, su entorno
y la sociedad, en términos de reducción de
daños.
3
En concreto, el objetivo es la preven-
ción de la marginalización, estigmatización
y criminalización del usuario, así como la
reducción del riesgo que estos sujetos ini-
cien el consumo de drogas consideradas clá-
sicamente más lesivas, como la heroína o las
anfetaminas, también denominadas drogas
duras. Bajo estas premisas aparecieron du-
rante los 80 los primeros coffee shops. Estos
locales tienen como objetivo contribuir a la
separación del mercado de las drogas duras
con el mercado del cannabis, lo que a su vez
evitaría el contacto del usuario con las pri-
meras y con el circuito criminal relacionado.
3
Si éste sistema se ha demostrado realmente
eficaz en la consecución de tales objetivos
sigue siendo motivo de intenso debate, tanto
a nivel nacional como en la literatura cientí-
fica internacional.
3,4
Los propietarios de los coffee shops no son
perseguidos por la venta de cannabis siempre
y cuando cumplan con determinadas normas
3
y los usuarios de cannabis pueden comprar y
consumir cannabis en estos locales con fines
recreativos.
4
Paradójicamente, el suministro
Albert Batalla
