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Informaciones

Psiquiátricas

2020 - n.º

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dos al propio envejecimiento cerebral, otros

a la comorbilidad somática asociada y otros

también a los condicionantes sociales que

acompañan a la vejez (aislamiento social,

soledad, descenso del nivel económico, cam-

bios de domicilio, institucionalización en re-

sidencias, impacto de la discapacidad, duelo

y otras pérdidas).

Durante el envejecimiento se producen

una serie de modificaciones a nivel cere-

bral que podrían favorecer la aparición de

sintomatología afectiva, entre ellas las más

destacables: disminución serotoninérgica,

dopaminérgica y noradrenérgica, cambios

endocrinológicos, alteraciones en los circui-

tos frontosubcorticales, modificaciones en la

amígdala y el hipocampo, y disfunción mi-

crovascular generalizada.

Los factores psicológicos también pueden

suponer un riesgo a la hora del desarrollo

de la depresión en el anciano, el “envejecer

bien” es un proceso que implica la necesidad

de adaptación a una serie de cambios en uno

mismo y en el entorno, por ello los condi-

cionantes psicológicos personales supondrán

un factor importante en la problemática

asociada a estas adaptaciones y el posible

desarrollo de trastornos afectivos asociados,

sobretodo algún tipo de personalidad más

vulnerarle.

Los estudios epidemiológicos indican que

la fragilidad, un estado de elevada vulnera-

bilidad a los malos resultados de salud, es

común en la edad avanzada. La probabilidad

de ser considerado frágil aumenta sustan-

cialmente con la edad

6

, y la fragilidad se ha

relacionado con un mayor riesgo de resulta-

dos adversos, como caídas, ingreso a hogares

de ancianos, hospitalización, costos médicos

más altos y mortalidad temprana

7

. La evi-

dencia reciente sugiere que la depresión, una

condición común entre los adultos mayores,

comparte muchas características y síntomas

con fragilidad

8

y, por lo tanto, también pue-

de desempeñar un papel importante en la

determinación de vulnerabilidad a resultados

adversos para la salud.

Formas clínicas

En los mayores podemos observar una

amplia relación de trastornos depresivos de

forma similar al de los adultos más jóvenes:

trastorno depresivo mayor, distimia, trastor-

nos de adaptación con síntomas depresivos,

trastorno bipolar tipo I (con fases maníacas)

y tipo II (con episodios hipomaníacos). Sin

embargo, aunque no exista un consenso uni-

versal, la depresión del anciano tal y como

sugieren algunos autores presenta con fre-

cuencia unas particularidades clínicas que

merece la pena destacar

9

: expresión facial

de tristeza, clinofilia, entrecejo fruncido,

hombros caídos, cabeza abajo y adelante,

hipomimia y enlentecimiento psicomotor,

lenguaje enlentecido y con escaso tono

emocional (disprosodia), ideación de culpa

y pesimismo, sensación de bloqueo cogniti-

vo general, disfunción en tareas ejecutivas

y de planificación, quejas somáticas despro-

porcionadas, somatizaciones, hipocondría.

Precisamente los síntomas hipocondríacos

deben suponer una alerta en pacientes no

habituados a la queja, dado que además la

depresión de corte hipocondríaco aumenta el

riesgo de suicidio en los ancianos

10

.

Diagnóstico de la depresión

en los ancianos

Quizá el proceso diagnóstico de la de-

presión en el anciano comience por la di-

ferenciación del origen del cuadro depresi-

vo, especialmente si es de aparición tardía,

LA DEPRESIÓN DEL ANCIANO VISTA POR EL GERIATRA