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Informaciones
Psiquiátricas
2019 - n.º
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La segunda conclusión hace referencia al
número de pruebas utilizadas en estos es-
tudios. Si bien en menor medida que en el
estudio SCOPE, en la revisión de los instru-
mentos utilizados en España para evaluar la
cognición social también se comprueba que
hay una amplia variedad de pruebas. Recor-
demos que se identificaron hasta 36 prue-
bas diferentes. De éstas, la mayoría se han
utilizado para la valoración de dos dominios
específicos: procesamiento emocional (so-
bre todo reconocimiento facial de las emo-
ciones) y teoría de la mente. Menos interés
parece haber suscitado el estudio del estilo
atribucional (9 estudios lo han valorado) y
solo seis estudios incluyeron la percepción
social en su protocolo de evaluación. Esta
diferencia en el número de estudios que han
valorado cada uno de los dominios inclui-
dos en la revisión estaría en consonancia
con lo encontrado en la literatura general,
en la que el reconocimiento de emociones
y la teoría de la mente son también los dos
dominios más estudiados en esquizofrenia.
En cuanto al uso de pruebas que estén va-
lidadas en español, se puede concluir que la
mayoría de las investigaciones realizadas en
España se han llevado a cabo con pruebas
que no estaban adaptadas a nuestro idioma,
sobre todo en el caso del reconocimiento
de emociones y el estilo atribucional. En el
primero, una de las pruebas más utilizadas
(POFA) no cuenta con propiedades psicomé-
tricas sobre cada una de las imágenes uti-
lizadas, ni se ha realizado la validación de
la prueba en población española. Asimismo,
la Tabla 2 permite ver la variedad de prue-
bas utilizadas, muchas de las cuales no han
sido validadas en nuestro contexto. Lo mis-
mo ocurre para el estilo atribucional. Nin-
guna de las dos pruebas más usadas (AIHQ
e IPSAQ) cuenta con versiones validadas en
español. Por otra parte, el Cuestionario de
Estilo Atribucional sólo se ha utilizado en
dos estudios, a pesar de ser la única prue-
ba que está validada en nuestro idioma. La
cuestión mejora si nos fijamos en la evalua-
ción de la teoría de la mente. Para valorar
este dominio contamos con versiones en es-
pañol de las pruebas más utilizadas: Test de
las insinuaciones, Test de los ojos y Test de
las meteduras de pata. Sin embargo, como
ocurre para el reconocimiento de emociones,
en la Tabla 2 también podemos ver que se
han utilizado numerosas pruebas para valo-
rar la teoría de la mente y, de nuevo, sin que
muchas de ellas estén adaptadas y validadas
a nuestro idioma. En el caso de la percepción
social, de las dos pruebas utilizadas el SFRT-
2 está validado en español y la Escala de
Percepción Social, a pesar de ser una prueba
desarrollada en español, no presenta datos
de fiabilidad o de validez.
En función de estos datos, se puede con-
cluir que la evaluación de la cognición social
en España (a excepción de la teoría de la
mente) se ha llevado a cabo en la mayoría
de estudios con pruebas que no están adap-
tadas al español, ni cuentan por tanto con
datos sobre propiedades psicométricas con
población española. En consonancia con las
conclusiones del estudio SCOPE, podemos
afirmar que la variedad de pruebas utilizadas
y la falta de estandarización de las mismas
puede hacer que se obtengan resultados que
se relacionen más con la medida en sí que
con datos fiables acerca de la cognición so-
cial (14). En consecuencia, una recomenda-
ción evidente que surge de la presente re-
visión es que se utilicen pruebas validadas
en español en los estudios que se hagan en
nuestro país. Asimismo, en algunas pruebas
que ya están validadas sería conveniente
obtener datos sobre sus propiedades psico-
métricas con muestras más amplias. Este es
el caso del Test de las meteduras de pata o
David Gil-Sanz / Rosario Bengochea-Seco / Marta Arrieta-Rodríguez / Iciar Santacoloma-Cabero /
Eduardo González-Fraile