Informaciones
Psiquiátricas
2018 - n.º
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Pese a que los datos del presente trabajo
serían representativos de los diagnósticos de
TMG como grupo, no debe ignorarse el hecho
que las alteraciones cognitivas no se presen-
tarían en todas las personas diagnosticadas.
Por ejemplo algunos estudios muestran que
entre el 15 y 30% de las personas con es-
quizofrenia y hasta un 40% de las personas
con trastorno bipolar presentarían un fun-
cionamiento cognitivo dentro de la norma-
lidad (Burdick et al., 2014; Palmer, Dawes y
Heaton, 2009)
Los resultados del presente trabajo ten-
drían implicaciones de carácter aplicado para
los recursos de atención a las personas con
TMG. Por un lado, los resultados sugieren la
conveniencia de evaluar de forma específica
los procesos cognitivos que se han obser-
vado alterados en los cuatro diagnósticos
incluidos en el TMG. Así los protocolos de
evaluación cognitiva en personas con TMG
podrían incluir pruebas específicas para eva-
luar atención, memoria operativa y memoria
a largo plazo, funciones ejecutivas y velo-
cidad de procesamiento. Por otro lado los
resultados indicarían la necesidad de dirigir
los programas de estimulación y rehabilita-
ción cognitiva a dichos procesos cognitivos
alterados en los cuatro diagnósticos inclui-
dos en el TMG. Igualmente los resultados del
presente trabajo señalarían la conveniencia
de dirigir los programas de entrenamien-
to en cognición social fundamentalmente
a personas con esquizofrenia ya que serían
las que presentarían las mayores alteracio-
nes. Por último considerando que el éxito
de las intervenciones psicosociales podrían
depender de procesos cognitivos alterados
en el TMG como la memoria o la cognición
social (Kurtz, 2011) sería recomendable bien
adaptar el perfil de los participantes a dichas
intervenciones, bien adaptar la metodología
empleada según las demandas cognitivas de
las mismas para maximizar la consecución de
resultados.
El presente trabajo presenta limitaciones
que han de ser consideradas. En primer lu-
gar se han revisado los cuatro diagnósticos
incluidos en el TMG, i.e., esquizofrenia, tras-
torno bipolar, trastorno depresivo mayor y
trastorno obsesivo compulsivo (AEN, 2012).
Sin embargo dado que el concepto TMG se
define considerando otras dimensiones a
parte de la dimensión diagnóstica, la ge-
neralización de los resultados del presente
trabajo debería realizarse con cautela. Así
la dimensión diagnóstica es una de las tres
dimensiones propuestas para definir el TMG
siendo complementada con la dimensión du-
ración o tiempo de evolución del trastorno
y la dimensión discapacidad o alteraciones
moderadas-severas en el funcionamiento
personal, social y familiar (NIMH, 1987).
Es decir, tener un determinado diagnóstico
como por ejemplo esquizofrenia no conlleva-
ría necesariamente que se cumplan los crite-
rios de discapacidad y duración que definen
el TMG (Ruggeri et al., 2000). Si bien los
meta-análisis revisados sobre las alteracio-
nes cognitivas en esquizofrenia, trastorno
bipolar y trastorno obsesivo compulsivo re-
portaron los años de evolución del trastorno
propios de los TMG (13, 15 y 12 años res-
pectivamente; Shaefer et al., 2013; Mann-
Wrobel et al., 2012; Shin et al., 2014) los
meta-análisis sobre alteraciones cognitivas
en trastorno depresivo mayor no reportaron
la información sobre la duración del tras-
torno y ninguno de los trabajos reportaron
información sobre las alteraciones funciona-
les de los participantes. Es decir, se desco-
noce si toda la muestra de forma global o
solamente parte de la misma cumpliría las
tres dimensiones de TMG. Sería recomenda-
ble que futuros meta-análisis revisaran es-
tudios cuyas muestras estuvieran formadas
ALTERACIONES COGNITIVAS EN EL TRASTORNO MENTAL GRAVE:
UNA REVISIÓN DE NUEVE META-ANÁLISIS