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Informaciones
Psiquiátricas
2018 - n.º
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La batería de evaluación podía ser cumplimentada en formato pa-
pel o vía web. En todo momento se aseguraba la confidencialidad
y anonimato de los datos, aspecto fundamental para favorecer la
fiabilidad de los mismos. Las evaluaciones se implementaron entre
Junio y Septiembre de 2013. La muestra potencial del estudio fueron
todos los trabajadores de Salud Mental de Hermanas Hospitalarias
(4478 personas de 25 centros ubicados en España, Italia y Portugal).
De la población estimada, 1729 personas participaron en el estudio
(38.61%) y contestaron la encuesta. Solamente 1525 (34.06%) fue-
ron incluidos en el análisis estadístico, puesto que los cuestionarios
con más del 25% de ítems incompletos fueron excluidos.
Las puntuaciones obtenidas en el total de la muestra apuntan que en
general, los factores que miden actitudes negativas hacia la enferme-
dad mental puntúan más bajo que aquellos que miden aspectos po-
sitivos. Solamente hay una excepción a esta tendencia y es el ligero
apoyo al tratamiento coercitivo y los ingresos involuntarios (medido
por el factor de coerción en el AQ-27 y autoritarismo en el CAMI), lo
que está en consonancia con otros estudios [5]
Si tenemos en cuenta las puntuaciones obtenidas en función de la
variable categoría profesional, en el cuestionario AQ-27 los profesio-
nales asistenciales presentaban de manera global menores actitudes
estigmatizantes que los profesionales no asistenciales (solamente se
encontraron dos factores entre los que no había diferencia, la respon-
sabilidad personal y la evitación social).
Si se desglosa el análisis por profesiones, existe una excepción a esta
tendencia general. Los auxiliares de clínica y los “otros clínicos” no
mostraban diferencias con respecto al personal no asistencial e inclu-
so las respuestas de coerción eran mayores en el caso de los auxilia-
res de clínica, por lo que parecen ser los profesionales con actitudes
más estigmatizantes. Por otro lado, los psicólogos y los “terapeutas
sociales” son los que tienen puntuaciones menores en emociones
(ira, miedo y peligrosidad) y comportamientos negativos (tendencia
a la segregación y evitación). Los psiquiatras y las enfermeras pun-
túan en el medio; más bajo que los profesionales no asistenciales,
pero más alto que psicólogos y terapeutas sociales en emociones ne-
gativas y segregación. Sin embargo, no difieren de los profesionales
no asistenciales en respuestas coercitivas ni de evitación. Respecto
a las puntuaciones del cuestionario CAMI, se repite el mismo patrón
de respuestas anterior a excepción de los psiquiatras, que obtienen
mejores puntuaciones, cercanas a los psicólogos.
FIDMAG informa