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La crisis económica actual está ocasionando repercusiones a nivel social e incluso en el estado de salud de los ciudadanos. El presente artículo intenta arrojar luz en este sentido, relacionando cómo los condicionantes contextuales actuales limitan el acceso y participación en actividades ocupacionalmente significativas en cada ciclo vital de las personas y ocasionando, a medio y largo plazo, situaciones de malestar emocional y exclusión social, creando el ambiente idóneo para el surgimiento y aumento de diversas
situaciones de sufrimiento psíquico e incluso el aumento de tasas de suicidio. Desde la Terapia Ocupacional proponemos
un análisis del contexto así como la puesta en marcha de programas alternativos centrados en la creación de oportunidades ocupacionales accesibles y adaptadas a la
población en riesgo.

Desde el EASC, se hace necesario innovar estrategias y/o instrumentos de trabajo, que faciliten el cambio de conductas y la mejora en los procesos vitales de aquellos usuarios que tras varios años de intervención en el equipo, no presentan una mejora mantenida en el tiempo, debido a patrones muy rígidos de conducta y muy resistentes al cambio. Ante esta situación elaboramos un instrumento de trabajo llamado “Proyecto de Vida” que se fundamenta en un modelo híbrido
que engloba la filosofía de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) e instrumentos de la terapia cognitivo conductual más tradicional. Se trata de un cuaderno individualizado y estructurado de trabajo que establece objetivos a corto y largo plazo, utilizando los valores como brújula en dicho camino.

Las personas con enfermedad mental crónica requieren, a causa de los déficits que provoca su enfermedad, una serie de actuaciones, programas y actividades relacionadas con la rehabilitación psicosocial que mejoren su calidad de vida y les doten de una mayor autonomía. Por esta razón, decidimos elaborar un Programa de Educación de la Actividad Física para personas con Enfermedad Mental Crónica (E.M.C). Las personas que sufren enfermedad mental crónica y se encuentran ingresados en diversos centros, tienden a adoptar una vida sedentaria poco adecuada a sus necesidades vitales como personas adultas. Con este Programa se pretende no sólo que los pacientes lo lleven a cabo de una forma óptima y productiva, sino que puedan adoptar diversos hábitos, costumbres y actitudes y logren conseguir una motivación que les lleve a incorporar la actividad física a su vida cotidiana posibilitando la obtención de beneficios a nivel biológico, psicológico y social.

El objetivo del presente trabajo es, por una parte describir la cartera de servicios realizada por el equipo de psicología de un servicio de salud mental, en base a conceptos de evidencia empírica y por otra parte, presentar algunos resultados del impacto a nivel asistencial del trabajo de equipo realizado.

Este estudio piloto ha sido realizado a lo largo de seis años bajo la dirección del Dr. Josep Solé y Puig en el “Centro dinamic” de Girona.
En una muestra de 30 voluntarios consumidores de cannabis, se observan los rasgos psicológicos asociados al consumo durante un mínimo de 3 meses y en algunos casos hasta un año. Los participantes se comprometen a dejar el consumo durante un mes o más. Se analiza semanalmente su THC1 en orina y se les administra una batería de tests psicométricos semanal y mensualmente. Después de un análisis estadístico de los resultados se observan claras variaciones significativas en los siguientes rasgos psicológicos: la deseabilidad, la puntuación psicopatológica, el bienestar, la ansiedad, la depresión y el grado de dependencia. Y no se observan variaciones significativas asociadas al consumo ni en los rasgos obsesivos, ni en el autoestima en esta muestra. El estudió también muestra un aumento de los rasgos psicopáticos cuanto menor es la edad de inicio del consumo de cannabis.

El objetivo del presente estudio es describir el perfil psicomotor de los pacientes ancianos de los CHH, establecer la asociación del mismo con un conjunto de variables sociodemográficas, estado mental y capacidad funcional, y obtener información relevante para un elaborar un programa de intervención psicomotriz con carácter terapéutico en este ámbito. La muestra es no probabilística, está compuesta por un total de 87 participantes, residentes en cinco CHH y la edad media es de 74.1 años (SD 7.4). La mayoría de pacientes tiene 75 años o más y son mujeres. En general los dominios psicomotores con menor puntuación son el equilibrio estático y dinámico complejo, las praxias, la memoria perceptiva y verbal, y el dominio del tiempo. La comparación entre centros arroja pocas diferencias significativas. La capacidad funcional y el estado mental están muy asociados con la mayoría de los dominios psicomotores estudiados. La población atendida por CHH tiene mayor nivel de deterioro cognitivo y de dependencia funcional e instrumental que la población anciana portuguesa en general (de acuerdo con el estudio de Oliveira et al, 2010). Se recomienda llevar a cabo un estudio adicional para desarrollar un programa de intervención psicomotriz para las personas mayores atendidas por los CHH.

DEMENCIA EN EL ADULTO JOVEN. Jordi Serra-Mestres
Publicación nº 220 [2 trimestre, 2015]

Las demencias en el adulto joven tienen su inicio antes de los 65 años de edad y desde el punto de vista epidemiológico son menos frecuentes que las demencias en los adultos mayores. Los diagnósticos más frecuentes en clínicas especializadas son en primer lugar la enfermedad de Alzheimer, y en segundo lugar la demencia vascular o la demencia frontotemporal según las series. Las demencias en el adulto joven se diferencian de las demencias en los adultos mayores por una serie de aspectos clínicos y asistenciales específicos. Por ejemplo, con debuts con formas clínicas inusuales o diferentes de las de la misma enfermedad en personas mayores, y con una mayor frecuencia de trastornos no-cognitivos que puede llegar hasta el 80% de los casos. Por desgracia, estas demencias tienden a diagnosticarse más tarde que las demencias de inicio tardío. Este retraso diagnóstico se ve facilitado por la falta generalizada de servicios especializados, y por la falta de concienciación en la comunidad médica y en la sociedad en general acerca de estas enfermedades, lo cual contribuye también a un mayor estrés en familiares y cuidadores.

El uso de fármacos antipsicóticos es frecuente en los trastornos psicogeriátricos. Los antipsicóticos son los fármacos que han demostrado mayor eficacia en el tratamiento de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos del anciano. Sin embargo en otras indicaciones como los síntomas neuropsiquiátricos de la demencia su eficacia es más modesta y los efectos adversos pueden ser graves, incluyendo un aumento de accidentes cerebrovasculares, efectos metabólicos, síntomas extrapiramidales, caídas, empeoramiento cognitivo, arritmias, neumonías y aumento de la mortalidad. En 2004 la FDA (Food and Drugs Administration) advirtió la posible asociación del tratamiento con risperidona y olanzapina y el aumento de accidentes cerebrovasculares. Otras revisiones posteriores demostraron que el riesgo era similar para los antipsicóticos convencionales o clásicos, surgiendo una alerta similar para éstos en 2008. En España la prescripción de antipsicóticos atípicos en personas mayores de 75 años requiere un documento específico o “visado” y muchos de estos antipsicóticos se utilizan fuera de indicación, por ejemplo en los pacientes con demencia. Solamente la risperidona está indicada por la FDA y por la Agencia Española para el uso de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para el tratamiento de los trastorno de conducta en los pacientes con demencia. Sin embargo otros antipsicóticos atípicos han demostrado eficacia, aunque moderada, para el tratamiento de la agitación o la psicosis en los pacientes con demencia. Estos usos se enmarcan “fuera de indicación”, requieren un protocolo específico y puede ser causa de preocupación para los prescriptores, pacientes, cuidadores y autoridades sanitarias.

Los antipsicóticos son el tratamiento de elección de los síntomas psicóticos en la población anciana. También se emplean para el tratamiento de otros diagnósticos como depresión, trastorno bipolar, ansiedad grave o insomnio. La eficacia entre los distintos antipsicóticos es similar, pero en la población anciana es el perfil de efectos secundarios lo que condiciona la prescripción de un antipsicótico u otro. En este artículo se realiza una puesta al día del empleo de antipsicóticos en ancianos, incidiendo en las diferencias entre antipsicóticos típicos y atípicos, así como entre los distintos antipsicóticos atípicos entre sí. Se han revisado los principales efectos adversos de estos medicamentos en la vejez, enfatizando en los efectos cardio y cerebrovascular tanto en ancianos con enfermedad mental como en ancianos con enfermedades neurodegenerativas.

REHABILITACIÓN DE LA PERCEPCIÓN VISUAL. Carlos Jacas
Publicación nº 220 [2 trimestre, 2015]

La percepción visual es la capacidad de discriminar e interpretar estímulos visuales. En este sentido y en ausencia de problemas de agudeza visual que interfieran en la percepción, la Neuropsicología se encargará de evaluar y rehabilitar aquellas alteraciones que se producen en el proceso de discriminación e interpretación de lo que vemos como resultado de una disfunción cerebral. De éste modo, en el ámbito de la Geriatria, en el que el proceso de envejecimiento normal se producen cambios en distintos aspectos relacionados con la percepción visual y funciones visoespaciales. Es también en ésta etapa de la vida en la que es frecuente la aparición de procesos degenerativos, episodios agudos de tipo vascular o confusional que pueden provocar alteraciones en distintos aspectos relacionados con el proceso de dicha percepción. Ésta presentación la dividiremos en dos parte: Una primera parte en la que introduciremos una revisión de las implicaciones neuroanatómicas y modelos cognitivos del proceso de la percepción visual, las alteraciones y semiología de la percepcíon visual, así como los procesos de daño cerebral que producen habitualmente alteraciones en la percepción visual en el ámbito de la Geriatria. Alteracion tanto en la interpretación de lo que vemos relacionado no solo con la percepción del estímulo, sino del espacio. En ese sentido, podemos tener dificultades no solo en la percepción sino, derivadas de las lesiones que las producen, sino también problemas en la comunicación, debido a que en ocasiones se verá interrumpida la conexión entre el sistema visual y verbal.

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