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Informaciones
Psiquiátricas
2019 - n.º
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mismo, es la sociedad la que tiene la obligación de promover,
proteger y garantizar el pleno disfrute de los derechos humanos
de las personas con discapacidad y garantizar que gocen de
plena igualdad ante la ley. Es decir, es la sociedad la que debe
adaptarse a las personas con discapacidad, y no al contrario,
para que éstas puedan ejercer todos sus derechos. El nuevo
paradigma se ha ido instaurando en lo referente a las disca-
pacidades físicas, pero en el ámbito de la Salud Mental sigue
siendo un reto el impulso y el empoderamiento de las personas
con trastorno mental grave para que éstas puedan ejercer como
ciudadanos de pleno derecho.
Las jornadas centraron su mirada precisamente en dos de las
estrategias fundamentales para que los afectados por un tras-
torno mental grave sean ciudadanos de pleno derecho, la capa-
citación y la participación, algo que tiene mucho que ver con
la filosofía de los derechos humanos aplicada a la atención y
rehabilitación de las personas con trastorno mental grave.
Tradicionalmente las personas con problemas de salud mental
han sido relegadas y excluidas socialmente, teniendo escasas
oportunidades de participar en sus tratamientos, en la gestión de
los recursos que les atienden o en la comunidad en la que viven.
Los nuevos modelos de recuperación íntimamente unidos a los
movimientos internacionales de Derechos Humanos, recono-
cen la importancia que tiene la participación de los usuarios
de servicios de salud mental. Fomentar la participación de los
usuarios, no solo implica cumplir con un derecho que tienen las
personas, sino que además lleva consigo importantes beneficios
tanto para la recuperación como para la mejora en la calidad de
las redes de atención.
Por otro lado, existe variabilidad en cuanto a la capacidad que
las personas tienen a la hora de participar autónomamente en
Francisco Del Olmo Romero-Nieva / José Luís Arroyo Cifuentes / Carlos Rebolleda Gil