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Informaciones
Psiquiátricas
2019 - n.º
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Respecto al nivel de educación académica
encontramos mayoritariamente un nivel bajo,
77,5%. Estas cifras van en consonancia con
el nivel educativo de la población española
mayor de 65 años, donde el 70% tiene es-
tudios primarios, y un 7% son analfabetos,
es decir, el 77% (IMSERSO, 2016), para la
población gallega los porcentajes son simi-
lares. No podemos comparar con otras cohor-
tes de edad pero probablemente este en la
línea de un menor nivel educativo respecto a
muestras con tentativas en generaciones más
jóvenes, evidentemente por mayores dificul-
tades en el acceso a la educación en esta
generación(38).
El tipo de convivencia también varía entre
los distintos países, en el estudio de la OMS/
EURO en general predominan los individuos
que viven solos (40,9%), pero de nuevo las
diferencias las marcan las muestras en Gui-
puzcoa, Berna, Innsbruck y Padova, donde
la mayoría viven en pareja, al igual que en
nuestra muestra (33,8%). Aún así , este por-
centaje es similar al porcentaje de toda la
muestra europea que vive en pareja(31,2%).
Al igual que estos estudios, la mayoría de los
hombres viven en pareja (54,5%). Por otra
parte, la mayoría de las mujeres viven solo
con los hijos/as (29,8%) en nuestra mues-
tra, siendo mayoría las que viven solas en el
resto de centros europeos. En el total de la
muestra las personas que vivían solas fue del
21,1%. Estas cifras de convivencia son simi-
lares a las de la población española mayor de
65 años, donde el 22,4% viven solas, siendo
la mayoría mujeres(39), por lo que no sería
un factor diferenciador de forma individual.
En nuestro estudio no existen individuos re-
sidentes en centros sociosanitarios, al igual
que en la mayoría de estudios, estas cifras
están probablemente sesgadas por el abor-
daje de los episodios en los mismos centros.
Por la incidencia de tentativas, estado ci-
vil, tipo de convivencia, nivel educativo y,
probablemente -aunque no evaluado en este
estudio- prácticas religiosas de mayoría ca-
tólica, nuestra muestra coincide con el sub-
grupo diferenciado que conforman Würzburg
(Alemania) y los países del sur de Europa en
la muestra de la OMS/EURO(16).
Perfil de las tentativas
Tentativas previas
Según la revisión de Chan et al.(38) la
presencia de tentativas previas varía desde
11,9-61,7%, y en la revisión de Draper et al.
de estudios de 1985-1994 fue de 7-45%. En
nuestra muestra se encuentra en un punto
intermedio del 25%, similar a la encontra-
da por Dennis et al.(29%)(34) pero la mitad
de un reciente estudio taiwanes (n=43, >60
años), con un 53,5%.
De los “repetidores”, un 25% realizó la pe-
núltima tentativa el año previo, en contraste
con el 11.9% del estudio de la OMS/EURO.
La edad media de los que no presentaban
tentativas previas fue de 75,58± 7,368, y
la media de los “repetidores” fue de 73,17±
5,945, como vemos, los “repetidores” eran
más jóvenes, al igual que el estudio europeo,
pero en nuestro caso la diferencia no fue sig-
nificativa (p=0,190), probablemente por el
tamaño muestral.
Métodos utilizados
En la mayoría de intentos de suicidio en
adultos mayores se utiliza la sobreingesta
medicamentosa, también en nuestro estudio,
con un 48,8%, similar a algunos estudios
previos como Lykouras et al. (55%)(40), Liu
et al. (48%)(35), o Nieto et al. en España
(42%)(41) aunque en este estudio se trataba
de una comparativa de pacientes con depre-
Juan Soriano Barceló / Jose Portes Cruz / Begoña Portela Traba /
Jose Manuel Cornes Iglesias / Julio Brenlla Gonzalez / Raimundo Mateos Álvarez