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Informaciones

Psiquiátricas

2017 - n.º

230

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cuidado personal, responsabilidades labo-

rales, manejo del dinero, ocio y organiza-

ción de las tareas escolares y del trabajo.

Aunque no se fija para el diagnóstico un

requisito específico de edad, los síntomas

del individuo deben comenzar durante de

periodo del desarrollo y su diagnóstico se

basa en la gravedad de los déficits del fun-

cionamiento adaptativo. Este trastorno se

considera crónico y coexiste, a menudo, con

otros trastornos mentales tales como de-

presión, trastorno por déficit de atención e

hiperactividad y trastornos del espectro au-

tista. Tampoco se establecen niveles de Co-

eficiente Intelectual (CI), o prueba similar

para su diagnóstico, aunque suele conside-

rarse que existe DI en personas con dos des-

viaciones estándar menos que la media de la

población, lo que equivale a una puntuación

de CI de 70 o menos. Se consideran cuatro

grados de afectación: leve, moderada, grave

y profunda

3

.

La atención en DI se fundamenta en los

conceptos, prácticas, y herramientas que

se han desarrollado en las últimas tres dé-

cadas. En este periodo se han desarrollado

tres importantes avances científicos y so-

ciológicos que han influido en la práctica

profesional en el campo de la discapacidad

intelectual

4

:

1.

La importancia de centrarse en la calidad

de vida de la persona.

2.

Un concepto ecológico de la discapacidad.

3.

El diseño y la aplicación de apoyos y fa-

cilitadores para mejorar la discapacidad,

el funcionamiento y la calidad de vida de

la persona.

Calidad de vida

El concepto de calidad de vida que se pro-

pone es el de Schalock y Verdugo en 2002

5

:

“Calidad de vida es un estado deseado de

bienestar personal que: a) es multidimen-

sional, b) tiene propiedades éticas, univer-

sales, ligadas a la cultura; c) tiene com-

ponentes objetivos y subjetivos; d) está

influenciada por factores personales y am-

bientales”.

Estos autores proponen ocho dimensio-

nes de la calidad de vida. La tabla siguiente

(Tabla 1) correlaciona las dimensiones de la

calidad de vida con diversos indicadores de

su logro (tomada de Schalock, 2009

6

):

Esta concepción, por tanto, refleja tanto

los deseos personales subjetivos como las

condiciones objetivas de la vida de la perso-

na. Es decir, supone un nexo entre los valo-

res generales de la sociedad, expresados en

derechos: equidad, autonomía, no discrimi-

nación, participación e inclusión en la so-

ciedad (tal como lo refleja la Convención de

las Naciones Unidas sobre los Derechos de

las Personas con Discapacidad de 2006 y la

legislación española

7

) y la vida personal del

individuo. Por lo tanto, supone el vehículo

a través del cual se asume y mejora la equi-

dad, el empoderamiento y la satisfacción

con su propia vida

4

. Asimismo, proporciona

un marco adecuado para poder formular es-

trategias definidas y apoyos individualiza-

dos para cada una de las dimensiones antes

señaladas

8

.

El modelo de salud centrado en la persona

con DI (trastornos del desarrollo intelec-

tual) recientemente formulado complementa

el concepto de calidad de vida antes seña-

lado, haciendo referencia a la aplicación de

una concepción bio-psico-social-espiritual

en el cuidado de las personas con DI que

combina ciencia y humanismo

9

.

LA ATENCIÓN A PERSONAS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL: UN MODELO MULTIDIMENSIONAL

INTEGRAL BASADO EN LA CALIDAD DE VIDA, RELACIONES CON EL ENTORNO Y APOYOS