INFORMACIONES PSIQUIÁTRICAS 253

Informaciones Psiquiátricas 2024 - n.º 253 85 a fondo. Se ha sugerido, con todo, que las correlaciones cerebro-genitales podrían ser más fuertes en mujeres (31,32). Únicamente para los hombres se han obtenido correlaciones significativas entre la excitación sexual subjetiva y objetiva, denominada también concordancia sexual (33). Ocurre un discurso emergente en casi cualquier lugar de que resulta aceptable y virtualmente “normal” cualquier variación sexual, identidad de género y fluidez sexual (34–36), entendiendo esa fluidez como los cambios en las atracciones e identidad de la propia orientación sexual. Suele considerarse que la salud sexual, así como la física, mental y el bienestar general se asocian positivamente con la satisfacción, autoestima y correspondientes disfrutes (37). Ahora bien, es preciso reconocer que tanto en hombres como en mujeres pueden existir e influir al respecto y de manera anómala, episódica, recurrente o crónica diversos trastornos sexuales del comportamiento y de las condiciones relacionadas con la salud sexual, así como ciertos trastornos mentales, del comportamiento y del neurodesarrollo. Las disfunciones y otros trastornos sexuales están médicamente contextualizados en la actualidad entre las condiciones relativas a la salud sexual, y no se vinculan específica y necesariamente con la salud mental. Tales conjuntos diagnósticos comportan en su mayoría etiologías y fisiopatologías poco esclarecidas (38). En cuanto a la autoaprobación o conformidad con la propia actividad sexual, el ser humano, como muchos otros animales sociales, valora emocionalmente sus acciones por el tono hedónico que conllevan. Han sido descritas las funciones regulatorias de los circuitos neuronales responsables de generar vínculos de pareja, por parnamiento de la amígdala, y se ha sugerido que el control cognitivo de la amígdala a través de la corteza frontal depende de los niveles de testosterona específicos de cada sexo (23). Hay estudios que intentan relacionar el amor romántico con el sistema biopsíquico de activación conductual (24), influenciado por circuitos básicos de recompensa, procesos cognitivos complejos y factores genéticos (25). Se ha propuesto que existiría una base neuroconductual para el dimorfismo sexual observado en el sistema de recompensa de las personas, lo que es aplicable a la sexualidad (26). El sistema de activación conductual es un dispositivo de retroalimentación positivo, que responde a las señales apetitivas activando la conducta de aproximación espacio-temporal hacia la señal o estímulo percibido. En las relaciones monógamas de pareja a largo plazo los hombres, en comparación con las mujeres, han reportado grados más elevados de aburrimiento y disminución de la apetencia sexual. Las mujeres enfrentadas al aburrimiento sexual pueden sentir bajo deseo por su pareja y experimentarlo elevado por otras personas que resulten atractivas para ellas (27,28). Salud sexual y salud mental Suele considerarse que prestar atención a las señales sexualizadas es crucial para el funcionamiento sexual saludable. Se ha observado la asociación de ciertas disfunciones sexuales en mujeres que prestan menos atención a los estímulos sexuales genitales masculinos (29,30). En cualquier caso, el mecanismo regulador específico de la excitación sexual resulta complejo en sus correlatos neuronales y debe explorarse más AMOR, DESEO, SEXUALIDAD Y SALUD MENTAL

RkJQdWJsaXNoZXIy MzkyOTU=