Informaciones
Psiquiátricas
2020 - n.º
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Introducción
Los trastornos psicóticos constituyen uno
de los principales problemas sanitarios den-
tro del ámbito de la salud mental, a causa
de su elevada prevalencia (3% en población
general
1, 2
), y también debido a cómo puede
afectar el desarrollo y funcionalidad de las
personas que la sufren, ya que suelen apare-
cer en etapas en las que las personas inician
su actividad laboral, familiar y social, con
lo que genera un gran impacto psicosocial.
Un primer episodio psicótico evoluciona
de forma heterogénea, pero lo que se ha de-
mostrado los últimos años, es que una inter-
vención precoz es el mayor factor de buen
pronóstico. En este sentido, algunos estu-
dios señalan que los 5 primeros años son
críticos, fase definida como período crítico
tras el inicio de la psicosis
1, 2
.
Asimismo, se ha demostrado que los tra-
tamientos son capaces de cambiar el curso
del trastorno; aparte de la medicación neu-
roléptica, diversas intervenciones han acu-
mulado evidencia empírica sobre su eficacia
en el tratamiento de las psicosis. Por ejem-
plo: tratamiento psicológico individual, de
grupo, terapia cognitivo-conductual, reha-
bilitación vocacional, habilidades sociales e
intervención familiar
1, 2
.
Sin embargo, las personas atendidas no
siempre reciben estos tratamientos de for-
ma mantenida, y si lo reciben, es al cabo de
algunos años de debut de su enfermedad.
La intervención temprana en psicosis tie-
ne dos elementos que la diferencian de las
formas habituales de asistencia actuales:
la detección temprana y la aplicación del
tratamiento específico más eficaz para cada
fase inicial de la enfermedad.
La detección temprana se puede definir
como la identificación de aquellas personas
que están en riesgo de desarrollar una psi-
cosis (el llamado EMAR, Estado Mental de
Alto Riesgo), y aquellas que se encuentran
en los estadios iniciales de un primer epi-
sodio psicótico (PEP). Entre estos estadios
iniciales podemos diferenciar:
-
el período en el que la persona presentan
síntomas prodrómicos pero no ha desarro-
llado una clínica psicótica franca: abarca
desde la aparición de la primera sintoma-
tología inespecífica en un individuo sano
(depresión, ansiedad, insomnio) hasta el
surgimiento de los primeros síntomas psi-
cóticos atenuados (suspicacia, referencia-
lidad no delirante, aislamiento social) y
que puede durar de dos a cinco años
-
el período en que aparecen síntomas psi-
cóticos pero aún no se instaura un trata-
miento adecuado, conocido como duración
de la psicosis sin tratar (DUP: Duration of
Untreated Psychosis). La fase de pródro-
mos y la DUP se consideran como período
de enfermedad sin tratamiento (Duration
of Untreated Ilness, DUI).
La intervención precoz está justificada en
la medida en que se considera factor deter-
minante para el posterior curso y recupera-
ción de la enfermedad.
Por tratamientos específicos para cada
fase se entienden aquellos tratamientos
(psicológicos, físicos o sociales) que van
dirigidos a impedir la progresión hacia la
psicosis en aquellas personas con síntomas
prodrómicos o bien a promover la recupe-
ración en aquellas otras personas que han
experimentado recientemente su primer epi-
sodio de psicosis
1, 2
.
En esta línea, en la Declaración de Con-
senso, publicada como guía clínica, y for-
mulada por la Organización Mundial de la
Salud (OMS) y la Asociación Internacional
de Psicosis Incipiente (IEPA), se recomienda
DESARROLLO DEL PROGRAMA DE ATENCIÓN
ESPECÍFICA AL TRASTORNO PSICÓTICO INCIPIENTE EN BENITO MENNI CASM