Table of Contents Table of Contents
Previous Page  98 / 132 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 98 / 132 Next Page
Page Background

98

Informaciones

Psiquiátricas

2018 - n.º

231

their rights of citizenship and social inclu-

sion. The recovery model is not understood

if you do not work with people with SMI to

achieve full and responsible participation,

for which the training and self-determina-

tion of the people involved is necessary.

Therefore, one of the key elements of the

recovery is the formalization of Spaces for

Participation.

In this paper, we present how the 1st Con-

ference of Participation of users of the LRHP,

from a collaboration project with users and

professionals from the city of Paris.

Key words:

Recovery, empowerment, parti-

cipation, exchange.

Introducción

“Mucha gente pequeña en lugares pe-

queños, haciendo cosas pequeñas, pueden

cambiar el mundo”

(Eduardo Galeano)

El

modelo de “recuperación”

es, desde la

década de los 90, uno de los nuevos marcos

conceptuales desde el que se sigue desarro-

llando el campo de la Rehabilitación Psico-

social de las personas con Trastorno mental

grave (TMG).

Representa la convergencia de diferentes

ideas (empoderamiento, autogestión, de-

rechos de las personas con discapacidad,

inclusión social y rehabilitación), bajo un

solo encabezado, que señala una nueva di-

rección en la intervención en salud mental.

En concreto, en personas con TMG, el mo-

delo de recuperación está orientado a que

éstas sean capaces de desarrollar un pro-

yecto de vida con sentido, independien-

temente de la evolución de sus problemas

de salud, con el objetivo de que se alejen

de la patología, la enfermedad y los sínto-

mas, acercándose a la salud, la fortaleza y

el bienestar. Desde este enfoque se estimu-

la y facilita el manejo de uno mismo (au-

tocontrol), para que se vaya consolidando

una clara esperanza de recuperación y así

descubrir un sentido de identidad personal

separado de la enfermedad o discapacidad.

Es de todos conocida la definición de re-

cuperación propuesta por Anthony (1993)

“una manera de vivir una vida satisfactoria,

con esperanza y aportaciones aun con las li-

mitaciones causadas por la enfermedad men-

tal" (1)

.

Este enfoque implica, según un artícu-

lo reciente de la Asociación Española de

Neuropsiquiatría, que “la persona afectada

pueda llegar a la recuperación, cuando su

autonomía personal no está altamente res-

tringida y los síntomas no interfieren sig-

nificativamente en su vida, cuando los in-

tercambios sociales la integran y adaptan,

y cuando cotidianamente desempeña los

papeles que cualquiera de nosotros necesita

desempeñar para vivir en sociedad” (2).

Esta perspectiva de la recuperación impli-

ca, por tanto, enfocar la atención sobre las

posibilidades (o potencialidades) y la mejora

respecto a la situación actual, es decir, sobre

la construcción de un proyecto vital. Ayudar

a las personas a recuperar sus vidas y de-

sarrollar al máximo sus propias capacidades

como individuos y como ciudadanos y ciu-

dadanas, debería ser una de las prioridades

principales de los servicios definidos para la

atención de personas que sufren de proble-

mas de salud mental graves y duraderos.

Según estos mismos autores, la recupe-

ración puede promoverse a nivel individual

a través de: 1) fomentar las relaciones que

dan un sentido de pertenencia y autoestima;

2) transmitir esperanza y ofrecer modelos de

Ana Belén Guisado Moraga