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Informaciones
Psiquiátricas
2018 - n.º
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puede confirmarse en estudios genéticos, la
presencia en familiares de primer grado de
personas enfermas de déficits similares a los
que presentan los pacientes, son datos con-
sistentes con la existencia del componente
genético familiar. En este sentido, los fa-
miliares de primer grado que suponen una
mejor población para este análisis son los
hermanos de las personas diagnosticadas.
Los resultados encontrados son coheren-
tes con la concepción de la cognición social
como un rasgo endofenotípico, estable de la
enfermedad.
Por último, la tercera hipótesis planeta la
cognición social como una posible explica-
ción del funcionamiento socialmente empo-
brecido de los pacientes diagnosticados. En
el presente estudio no se encuentran datos
que apoyen esta hipótesis, ya que no se
observan correlaciones significativas entre
funcionamiento psicosocial y ningún com-
ponente de la cognición social. Esto puede
deberse a la forma de definir el funciona-
miento psicosocial o a la escala de medición
utilizada que en este caso fue la HoNOS,
escala heteroaplicada que se centra en la
red social con la que cuenta el sujeto, más
que en la capacidad funcional para crearla.
Esto pude contribuir a que no aparezca esa
relación con la cognición social, ya que en
varios estudios se ha medido de diferentes
formas y se han encontrado distintos resul-
tados (Brekke et al, 2005; Bowie, Reichen-
ber et al, 2006). En algunos se han centrado
la evaluación de esta variable, en la idea de
capacidad funcional Mancuso et al, (2004),
y en otros en la red social conseguida por
la persona Brekke et al, (2005), pero ambas
concepciones parecen depender de factores
distintos, por lo que no estarían midiendo
los mismos constructos. Es importante po-
der determinar si efectivamente la cogni-
ción social puede explicar el funcionamien-
to psicosocial, ya que la creación de una red
social de apoyo efectiva, y la capacidad de
desenvolverse de manera adaptativa en el
contexto social es uno de los factores de
mejor pronóstico en la esquizofrenia si esto
está explicado por la cognición social defi-
citaria en dicha población, apuntaría hacia
nuevas vías de intervención y de rehabilita-
ción psicosocial eficaces.
Conclusiones
Se disponen de pocos estudios que eva-
lúen la cognición social en esquizofrenia
con más de una prueba de medida de esta
variable para poder analizar todos los com-
ponentes de la cognición social.
Además la mayoría de las investigaciones
no miden a los pacientes y a sus propios
hermanos, si no que suelen utilizar mues-
tras de hermanos no relacionadas con los
pacientes evaluados. Por ello, en este estu-
dio se aporta una importante mejora en la
muestra de hermanos con respecto a otros
previos.
El presente estudio encuentra datos que
avalan la concepción de la cognición so-
cial como una variable endofenotípica de
la esquizofrenia, que aparece en estados
alto riesgo, y permanece estable a lo lar-
go del tiempo, pudiendo suponer un buen
predictor del riesgo de padecer el trastorno.
Además se presentan déficits en hermanos
similares a los de la población diagnostica-
da por lo que parece apoyarse la idea de un
componente hereditario familiar.
Por otro lado, no se pueden encontrar da-
tos que apoyen la concepción de la cogni-
ción social como base de la explicación del
funcionamiento socialmente empobrecido
de esta población, sin embargo, las limita-
ciones del actual estudio en cuanto al ta-
Cora Caamaño Serna / Sara Belén Fernandez Guinea