88 Informaciones Psiquiátricas 2024 - n.º 253 Conclusiones Existen conexiones neurobiológicas y farmacológicas entre los impulsos amoroso y sexual. Sentir amor, deseo y atracción sexual es natural y común, con diferencias según la condición sexual y género propios que, además, pueden distorsionarse en algunas psicopatologías y otros trastornos o enfermedades. Parece haber asimismo diferencias significativas entre hombres y mujeres en la experiencia global del orgasmo. Entre las más comunes patologías mentales que suelen alterar el amor y el deseo sexual destacan las anímicas y, lógicamente, los trastornos parafílicos. De modo contrario a psicologizar y psiquiatrizar la vida ordinaria, debe asumirse que los problemas corrientes en la gente común pueden provocar expresiones afectivas de dolor, duelo, irritación, aversión, disconformidad, etc., que generalmente no llegan a ser síntomas de ningún trastorno mental. En las ocasiones en que las cuestiones sexuales y sentimentales sean solamente problemas usuales, las personas podrán ser acompañadas, que no tratadas, por individuos y grupos de apoyo variados, aunque no sean trabajadores de la salud, como por ejemplo personas del relacionado contexto familiar, social, laboral y un largo etc. Los facultativos de la atención primaria de salud, un entorno asistencial que no es estigmatizante y que incluye a los psicólogos generales sanitarios en España (si es que estuvieran oportunamente implementados en el ambulatorio correspondiente), serán claves para identificar lo que sí podrían ser trastornos mentales, del comportamiento y del neurodesarrollo y requerir entonces de la más óptima asistencia especializada psiquiátrica o psicológico-clínica. En relación con el amor o la sexualidad, los facultativos de la atención primaria tendrán que poder discriminar asimismo y actuar desde la perspectiva sanitaria como sea más conveniente: a) cuando el motivo de consulta del paciente sea alguna condición significativa relacionada con su salud sexual (como son la discordancia de género y las disfunciones sexuales); o b) cuando el motivo sea por otros factores que influyan en su estado de salud y el contacto con los servicios sanitarios (como pueden ser variados asesoramientos vinculados). Referencias bibliográficas 1. Tobore TO. Towards a comprehensive theory of love: The quadruple theory. Front Psychol. 2020; 11:862. doi: 10.3389/fpsyg.2020.00862 2. Gundersen S. Psychoanalysis and neuropsychological explanations. Psychoanal Rev. 2022; 109(4):415–37. doi: 10.1521/prev.2022.109.4.415 3. Birnbaum GE. The fragile spell of desire: A functional perspective on changes in sexual desire across relationship development. Pers Soc Psychol Rev. 2018; 22(2):101–27. doi: 10.1177/1088868317715350 4. Ford JV, Corona-Vargas E, MarianaCruz J, Fortenberry D, Kismodi E, Philpott A, et al. The World Association for Sexual Health’s Declaration on Sexual Pleasure: A technical guide. Int J Sex Health. 2021; 33(4):612–42. doi: 10.1080/19317611.2021.2023718 José Manuel Bertolín-Guillén
RkJQdWJsaXNoZXIy MzkyOTU=