INFORMACIONES PSIQUIÁTRICAS 253

28 Informaciones Psiquiátricas 2024 - n.º 253 Discusión Desde los inicios de la pandemia se convino la importancia de crear políticas relacionadas con el impacto de la situación sanitaria global a nivel personal y colectivo. Factores como el confinamiento, la distancia social, el desempleo, la limitación en el acceso a recursos hospitalarios, indudablemente afectaron negativamente a la salud mental. Está descrito que la población psiquiátrica presenta mayor vulnerabilidad a la infección por COVID-19 debido a que con frecuencia los pacientes presentan altas tasas de sobrepeso, tabaquismo, comorbilidades médicas y pobre autocuidado.2 En las primeras etapas de la pandemia, cuando aún se desconocían muchos de los mecanismos de transmisión, numerosos desafíos tuvieron que ser resueltos, entre ellos la creación y adopción de protocolos que permitieran dar continuidad a la atención de estos pacientes a nivel hospitalario, aunado a estos factores, se sumaron consideraciones relacionadas a cómo la pandemia estaba afectando al personal sanitario que se encontraba en primera línea de emergencia y a quienes estaban al cuidado continuo de los pacientes infectados. Más allá de las consideraciones anteriores, prevalecen interrogantes como si la infección por COVID-19 representa un riesgo para el desarrollo de trastornos psiquiátricos (concretamente de psicosis) y cuáles podrían ser las secuelas a largo plazo. Algunos estudios reportan que en más de 120 millones de casos, además de los síntomas gastrointestinales y respiratorios ampliamente conocidos, los síntomas neuropsiquiátricos fueron altamente prevalentes (20-70%), tanto de manera aguda como crónica, sugiriendo que la infección por el SARS-CoV-2 tenía un impacto a nivel cerebral a comprender. Algunos de los síntomas neuropsiquiátricos descritos desde los primeros casos correspondieron a déficits cognitivos y de atención (por ejemplo, la descrita “niebla mental”), además de síntomas de ansiedad, psicosis, depresión y conducta suicida. Esta sintomatología se reportó tanto en pacientes sin antecedentes de enfermedad mental como en pacientes ya conocidos con alguna patología psiquiátrica3. Conclusiones La creación de la Unidad COVID del Hospital Mare de Déu de la Mercè dio cobertura a pacientes que en un momento de crisis requerían continuidad en su manejo y que por motivos logísticos ampliamente conocidos estaban siendo difíciles de contener en sus hospitales de referencia. La presentación de la data de los dos años de actividad permite conocer de forma somera las características principales de esta población. Es posible evidenciar patrones en el aumento de los ingresos coincidentes con las diferentes olas de contagio del COVID19 en Barcelona. La presentación clínica predominante fue la psicosis (trastornos del espectro de la esquizofrenia), otros trastornos prevalentes fueron el trastorno bipolar, el trastorno depresivo, los trastornos por uso de sustancias, los trastornos de personalidad y las demencias, diagnósticos que corresponden a los observados en hospitales psiquiátricos como diagnósticos de admisión más frecuentes. Mónica Bifano / Betzabeth Suárez / Mónica Guasch

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