INFORMACIONES PSIQUIÁTRICAS 248

30 Informaciones Psiquiátricas 2022 - n.º 248 ta pública más visible la lideró el IMSERSO, fundando el Centro Nacional de Atención al Daño Cerebral (CEADAC) en 2002 (3). La reducción en la siniestralidad en ca- rretera ha supuesto, afortunadamente, un menor número de personas con secuelas por TCE; los causados por accidentes laborales o deportivos se han mantenido en el tiempo, con pequeñas variaciones que han reflejado la mayor o menor actividad en sectores de riesgo como la construcción. En estos últi- mos 20 años los TCE en términos cuantitati- vos han pasado a un segundo lugar, ya que la prevalencia y la sensibilidad asistencial hacia los ictus ha cobrado máximo protago- nismo. El Atlas del ictus, publicado por la SEN en 2019, nos ofrece un excelente retrato epidemiológico de esta problemática (4): in- cidencia de 187,8/100.000 habitantes para mayores de18 años en 2018; 71.780 nuevos casos en España en 2017; dos tercios de los casos de ictus con secuelas significativas; un tercio de los casos menores de 65 años. Se sitúa como la 2ª causa de muerte en Espa- ña, la 1ª en el caso de las mujeres y genera 93.000 hospitalizaciones al año, lo que su- pone un gasto sanitario directo anual de 623 mill. € , sólo en hospitalizaciones. El coste anual total se estima en 2908 mill. € . La encuesta de discapacidad del INE de 2020 (5) refleja de manera elocuente el predominio de los ictus dentro del grupo de personas con daño cerebral (DC). De las 435.400 personas con DC, un 84% habían sufrido un ictus y un 16% habían sufrido un TCE o alguna otra causa de lesión cerebral. En esa misma encuesta en 2008 el porcen- taje de TCE era del 22% y el número total de personas con DC era de 420.000, dando cuenta asimismo de la evolución en el tiem- po, en ascenso para los ictus y contenida para los TCE. Características de los Servicios de Daño Cerebral Tres conceptos han definido los Servicios de rehabilitación de personas con daño cere- bral: su carácter monográfico , la intensidad del tratamiento y la respuesta multidiscipli- nar . El carácter monográfico, o si se prefiere, la especialización en esta problemática, ha permitido acelerar los procesos de formación de los equipos, que abarcan desde la pro- fundización en la problemática de cada una de las áreas de rehabilitación que intervie- ne, hasta la creación conjunta de un modelo que permita compartir conocimiento y fijar objetivos comunes para todo el equipo. La intensidad hace referencia a modelos de tra- tamientos con varias horas de terapia al día, combinando las sesiones individuales con te- rapeutas, con formatos grupales. El trabajo multidisciplinar surge de la constatación de que la mayor parte de los pacientes presentan secuelas que afectan al equilibrio, la marcha, la deglución, la autonomía en las actividades básicas de la vida diaria, la comunicación, la competencia cognitiva y la conducta social. Equipo El trabajo en restauración de funciones, en mejora en autonomía y en recuperación de la competencia social exige del esfuerzo, codo a codo, de al menos cuatro disciplinas: fi- sioterapia, logopedia, neuropsicología y te- rapia ocupacional; el soporte de enfermería y las valoraciones del equipo médico, con presencia habitual de médico rehabilitador, psiquiatra, neurólogo y médico internista, completan el trabajo multidisciplinar. Papel especial cumple el equipo de enfer- mería y de auxiliares. Es el grupo humano más numeroso y son quienes pasan 24 horas, José Ignacio Quemada Ubis

RkJQdWJsaXNoZXIy MzkyOTU=