Informaciones
Psiquiátricas
2019 - n.º
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Los niveles elevados de PRL tienen un
efecto inhibitorio sobre la secreción de la
hormona liberadora de gonadotropina en
hipotálamo, que se traduce en disminución
de la hormona luteinizante en la hipófisis y
disfunción gonadal secundaria, es decir dis-
minución de estrógenos en mujeres y testos-
terona en hombres. Este hipogonadismo va a
ser la causa de los problemas de salud más
importantes (27).
En mujeres puede producir, con una pre-
valencia variable: galactorrea, irregularidad
menstrual, infertilidad secundaria, hirsutismo
y acné. En hombres, con menos prevalencia:
infertilidad, ginecomastia, galactorrea, des-
censo de masa muscular y vello corporal. En
ambos sexos, la disfunción sexual está presen-
te entre el 30 y 60% de los pacientes (28).
Los estrógenos regulan la formación y re-
absorción óseas y, en casos de hipogonadis-
mo, se produce pérdida de tejido óseo. Tam-
bién existen receptores de prolactina en los
osteoblastos, por lo que se cree que la pro-
lactina actúa sobre la mineralización ósea.
La afectación de la densidad mineral ósea
(DMO) supone un riesgo elevado de fracturas
(29,30). En algún estudio observaron una
reducción dela densidad mineral ósea y se
estima que a partir de los 8 años de trata-
miento antipsicótico con prolactina elevada
puede haber riesgo de osteoporosis (31). Se
aumenta el riesgo de fracturas hasta en 2.6
veces a la población general (32). Pero es
necesario tener en cuenta que intervienen
muchos más factores: dieta, vitamina D, cal-
cio, sedentarismo, exposición solar, diabe-
tes, tratamiento con corticoides, etc.
Algunos autores sugieren la posibilidad de
que la hiperprolactinemia puede aumentar
el riesgo de cáncer de mama y de próstata.
Otros indican un aumento del riesgo cardio-
vascular, efectos metabólicos, incremento de
peso, enfermedades autoinmunes, etc. (33).
Todas las guías de uso de los antipsicóticos
han ido incorporando mecanismos de control
y recomendaciones (34,35). En España exis-
te un consenso sobre la salud física del pa-
ciente con esquizofrenia que recomienda de-
terminar la prolactinemia anualmente (36).
Todas las guías, ante un caso de paciente en
tratamiento con antipsicótico con síntomas
de hiperprolactinemia, coinciden en que es
necesario solicitar niveles de prolactina y
actuar en consecuencia. Existen dos recien-
tes publicaciones sobre el tema (26,33) con
recomendaciones precisas.
Como los efectos de la elevación de la
prolactina son variados, silentes en algunos
casos, de manifestación clínica diversa y a
veces muy tardía, es precisa una actitud ac-
tiva de búsqueda por parte de los terapeu-
tas. Además las personas con DI son una
población de riesgo porque, por su estado
de funcionamiento, tienen unos recursos
cognitivos más bajos y una capacidad de
introspección y autoanálisis más limitada,
siendo muy difícil en la práctica que exista
una demanda individual especifica por una
alteración clínica en este sentido. Por todo
ello nos parece de interés el apoyo al diag-
nóstico precoz de la hiperprolactinemia que
puede aportar el presente trabajo.
Objetivos
Estudiar el tratamiento psicofarmacológico
que sigue una población de personas con DI
y alteración de la conducta, ingresadas en
un centro residencial.
Estudiar el nivel de prolactina en una po-
blación de personas con DI en relación con
el tratamiento psicofarmacológico.
Conocer el nivel de prolactina de las per-
sonas con DI estudiadas con cada grupo de
psicofármacos y con cada antipsicótico.
HIPERPROLACTINEMIA INDUCIDA POR PSICOFÁRMACOS EN PERSONAS CON DISCAPACIDAD
INTELECTUAL INGRESADAS EN UN CENTRO RESIDENCIAL