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Informaciones
Psiquiátricas
2018 - n.º
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Obstáculos a la hora de integrar
la salud física y la salud mental:
Encuestas previas
Teniendo en cuenta el menor y peor uso
que los pacientes con TMG hacen de los ser-
vicios de salud se hace necesaria una aten-
ción especializada que tenga en cuenta las
dificultades de acceso de esta población y
sus necesidades particulares en cuanto a
cuidados integrados de salud física y salud
mental. Sin embargo, diversos estudios y
encuestas realizadas a médicos de cabece-
ra y profesionales sanitarios de los centros
de salud de otras comunidades autónomas,
ponen de manifiesto que existen obstáculos
que interfieren a la hora de integrar la salud
física y la salud mental. Estos obstáculos
tienen que ver con:
Dificultades en el manejo, percepción
de falta de formación y estigma.
Muchos
trabajos realizados han puesto de manifies-
to que existen actitudes negativas hacia el
enfermo mental no solo en población en
general sino también en los técnicos de sa-
lud (Ylla, L; Ozamiz, A; Guimón, J, 1982;
Díez Manrique, J; Menéndez Arango, J; Sa-
maniego Rodríguez, C; Vazquez Barquero, J;
Guillén, J; Lequerica Fuente, J; Liario Rin-
cón, A; García Quintanal, R; Peña Martín,
C, 1983). Concretamente en profesionales
sanitarios de algunos centros de Atención
Primaria a nivel nacional, la opinión hacia
los pacientes con enfermedad mental grave
recogida en estas encuestas muestra que, en
general “más que una actitud negativa ha-
cia el enfermo mental grave, hay dificulta-
des en el manejo por la percepción de falta
de conocimientos” (Arrillaga Arizaga M, et
al., 2004, p.495). En este sentido parece
que el paciente con TMG requiere un ma-
yor esfuerzo que otros pacientes y que en
ocasiones genera determinadas actitudes y
sensaciones en el profesional que suponen
una barrera para la atención, tal y como se
recoge en dos estudios donde se afirma que
muchos profesionales sienten tensión, an-
siedad, malestar y dificultades en general a
la hora de atender a los enfermos mentales
graves, o incluso que no les generan ningún
interés en particular (Camps García, C; Gris-
bert, C; Montilla, F; Gutierrez, J, 1995; Gual-
tero, R y Turek, L., 1999). Por otro lado, el
personal sanitario de atención primaria per-
cibe que tienen “insuficientes conocimien-
tos en psiquiatría” (Arrillaga Arizaga M, et
al., 2004, p.493), o que están “insuficiente-
mente formados en salud mental” (Ordoñez
Fernandez, M, 2008, p.203). En las encues-
tas realizadas se hace alusión también a la
motivación para participar en actividades
de formación, resultando que prácticamente
a todos los médicos de cabecera y profe-
sionales sanitarios de los centros de salud
encuestados demandan mayor formación en
salud mental para tener mejores habilidades
de manejo de estos pacientes en consulta.
Dificultades a nivel de coordinación en-
tre dispositivos.
Otro de los obstáculos o di-
ficultades que se observa a la hora de aunar
la salud física y la salud mental tiene que
ver con el enlace entre los distintos niveles
asistenciales. Parece existir en general un
consenso respecto a la insuficiente e insatis-
factoria coordinación entre los dispositivos
(ArrillagaArizaga M, et al., 2004; Gualtero,
R y Turek, L., 1999), destacando en todos
los casos un elevado interés y motivación
por mejorar e incrementar la relación y coor-
dinación entre AP y SM incluso en aquellos
encuestados que ya valoraban positivamen-
te la coordinación y relación con su Centro
de Salud Mental, proponiendo actividades de
formación y coordinación conjunta.
A la luz de los datos sobre el estado actual
de salud física en personas con TMG y las di-
Ainara Arroyo González