INFORMACIONES PSIQUIÁTRICAS 256

90 Informaciones Psiquiátricas 2024 - nº 256 Discusión El presente trabajo se marcaba como objetivo principal describir una propuesta de programa psicoeducativo grupal para el TB, así como reflexionar sobre su eficacia y utilidad. Los resultados obtenidos reflejan una estabilidad en el estado de ánimo de los participantes a lo largo de la intervención, mostrando oscilaciones mínimas entre el inicio y el fin de la terapia, y manteniéndose en prácticamente todos los casos en valores que entran dentro de lo que se considera un estado de ánimo eutímico (sin síntomas afectivos relevantes). A priori, este hallazgo es congruente con lo referido en la literatura sobre la eficacia de la terapia psicoeducativa grupal para mantener la estabilidad clínica de los pacientes, reducir el riesgo de recaída y aparición de nuevos episodios, así como fomentar la conciencia de enfermedad, la adherencia al tratamiento y la reducción del número de hospitalizaciones.7 Teniendo en cuenta estos hallazgos, se refuerza la perspectiva que aboga por una intervención psicoterapéutica/psicoeducativa de calidad para los pacientes diagnosticados de trastorno bipolar. A través de una aproximación de este tipo, es posible desarrollar una modificación de las creencias, las actitudes y los comportamientos relativos a la enfermedad, que pueden ser indicativos de un cambio o de la adopción de un nuevo estilo de vida que permita manejar el curso del TB con las máximas garantías de estabilidad. El objetivo de toda intervención psicoterapéutica, ya sea en trastorno bipolar o en cualquier otra patología, especialmente para las más graves, debería ser familiarizar al paciente lo máximo posible con su enfermedad, aprender a conocerla e identificar sus vaivenes, y desarrollar herramientas y capacidades en él mismo para poder limitar todo lo posible la afectación que entraña en su vida diaria. En este sentido, la psicoeducación grupal se constituye no solo como una herramienta ideal para poder conocer mejor la enfermedad y a uno mismo, sino también para tener un espacio grupal donde poder expresar su percepción del proceso de recuperación, sus necesidades y sus objetivos, y participar de forma activa en el mismo15. Así, será posible conseguir una mayor autonomía para poder enfrentar las dificultades que la enfermedad va a suponer a lo largo de la vida de la persona. En cualquier caso, es necesario tomar con cautela los hallazgos de este estudio por algunas razones. En primer lugar, debemos señalar que, como se ha mencionado previamente, el criterio principal de inclusión en la terapia grupal es que el paciente se encuentre en un estado anímico de eutimia, o como mucho, con síntomas leves-moderados de depresión, por lo que las personas con una alteración afectiva severa no han sido incluidas en el grupo ni en el presente estudio. Por tanto, no se puede concluir con seguridad que la realización de esta terapia grupal contribuya a la reducción de la sintomatología; solo podemos afirmar que ayuda a mantener un estado de ánimo estable, lo que en todo caso cabría considerar como un beneficio destacable para una persona con TB. En segundo lugar, es evidente que el tamaño muestral del presente estudio es muy reducido (n=9). Se ha observado durante la realización Marcos Orejas Serramo / Anna Serra Mayoral

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