INFORMACIONES PSIQUIÁTRICAS 256

Informaciones Psiquiátricas 2024 - nº 256 49 un porcentaje limitado desarrolla trastornos relacionados con ellas (National Institute on Drug Abuse, 2014). Por este motivo, se destaca la importancia de poder identificar los factores de riesgo y causales que puedan aumentar la probabilidad del inicio, desarrollo y mantenimiento de estos trastornos graves (Kober, 2014). Fundamentos de las terapias contextuales Las terapias de contextuales, también conocidas como terapias de tercera generación, cuyo término fue acuñado por Steven Hayes en 2004, surgen en la década de los 90, en el momento en el que estaban en funcionamiento la terapia de conducta y la terapia cognitivo-conductual (Hayes, 2004). En sus inicios, se centró en el análisis funcional de la conducta y en el conductismo radial, haciendo énfasis a la conducta verbal. Pero, finalmente sentó su base en la filosofía del contextualismo funcional y en el estudio de la acción en contexto (de ahí la denominación más acertada de ‘’terapias contextuales’’) (Hayes et al., 2012). Así, las terapias de tercera generación vienen a recuperar la perspectiva contextual de la terapia de conducta clásica (primera generación) que la terapia cognitivo-conductual (segunda generación) habría perdido. Esto lleva a recuperar la perspectiva contextual respecto de la perspectiva intrapsíquica de carácter cognitivo que encontramos en la terapia cognitivo-conductual (Perez Alvarez, 2014). Por lo tanto, podríamos definir el contextualismo funcional como un tipo de pragmatismo psicológico que busca definir el comportamiento como un acto-en-contexto histórico y situacional. Dentro de esta idea se propone la cognición como una conducta en función. Y, para hacerlo, no solo se basa en planteamientos conductuales, sino que también añade conceptos fundamentales como la aceptación, la atención plena y los valores (Hayes et al., 2011; Hayes, 2013). Siguiendo esta perspectiva, este enfoque entiende que los pensamientos y sentimientos, así como sus interacciones, no son "causas" de la acción, ni tampoco de sí mismos. Todos ellos operan dentro de contextos históricos y situacionales, los cuales se ven influenciados por reglas establecidas según marcos relacionales de naturaleza verbal. Por ejemplo, los valores son simplemente resultados temporalmente distantes y construidos verbalmente de lo que se anhela en la vida (Velásquez et al., 2020). Éstas nuevas terapias, vienen a responder a dos grandes problemáticas que se encontraban en la clínica hasta el momento. Por un lado, pretenden responder a la insatisfacción con los sistemas diagnósticos disponibles (DSM y CIE) (Perez Alvarez, 2014). Tradicionalmente, los problemas de salud mental y el sufrimiento han sido interpretados como signos de trastorno y enfermedad, creando así un paradigma cultural de evitación como indicador de salud. Siguiendo este paradigma, se establece la norma en el contexto social y verbal en el que vive un individuo de que ciertos estados emocionales, como la desesperanza, son anormales y negativos, y deben ser evitados. Sin embargo, este enfoque presenta un problema: la realidad muestra que la gran mayoría de las personas DESREGULACIÓN EMOCIONAL EN EL TRASTORNO POR CONSUMO DE SUSTANCIAS: UNA REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS TERAPIAS CONTEXTUALES

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