Informaciones Psiquiátricas 2024 - nº 256 47 Por ende, la desregulación emocional es entendida como la incapacidad para regular o modular las propias emociones. Esta incapacidad, puede ser el resultado de una sensibilidad emocional elevada combinada con la inhabilidad para regular adecuadamente las emociones. Sería pues, la sensibilidad emocional, considerada como una predisposición biológica presente en individuos emocionalmente más sensibles, la que establece las bases para esta dificultad (Werner y Gross, 2010). Según Linehan (1993a), la desregulación emocional se manifiesta como la incapacidad para cambiar o regular las señales, acciones y respuestas emocionales, tanto verbales como no verbales, cuando es necesario poder regularlas. Desde el modelo biosocial, define como características de los individuos con desregulación emocional la presencia de una alta intensidad basal de las emociones negativas (independiente de la presencia de estímulos específicos), una alta reactividad emocional ante estímulos y un lento retorno al estado emocional basal. Esto se traduce en una menor tolerancia a los estímulos, confiar en las respuestas emocionales como interpretaciones válidas de las experiencias vitales y una dificultad para volver a un estado emocional neutral, lo que puede llevarlos a mantener conductas problemáticas como estrategia de regulación. Trastorno por Consumo de Sustancias Los trastornos por consumo de sustancias (TCS) son enfermedades médicas consideradas crónicas que se caracterizan principalmente por un patrón patológico de comportamientos en los que los pacientes continúan utilizando una sustancia a pesar de experimentar problemas significativos relacionados con su uso. Estos trastornos se pueden clasificar como leves, moderados o graves según si el individuo cumple con los criterios de diagnóstico establecidos y tienen la posibilidad de tratamiento y de recuperación. Por lo que hace al término ‘adicción’, éste no constituye un diagnóstico formal, pero es ampliamente utilizado en muchas ocasiones para referirse a trastornos por consumo de sustancias, especialmente cuando estos revisten mayor gravedad (National Institute on Drug Abuse, 2014) Según el ‘’Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition (DSM-5)’’, la característica esencia del trastorno por consumo de sustancias es la asociacion de sintomas cognitivos, comportamentales y fisiológicos que indican que la persona continúa consumiendo la sustancia a pesar de los problemas significativos relacionados con dicha sustancia. Algo muy importante que ocurre en este trastorno es el cambio subyacente en los circuitos cerebrales que persiste tras la desintoxicación. Los efectos de estos cambios se muestran sobre todo en las recaídas repetidas y en el deseo intenso de consumir cuando la persona se expone a estímulos relacionados con la droga. Por lo tanto, las intervenciones terapéuticas a largo plazo son realmente beneficiosas para estos efectos presentes y persistentes. Así, para diagnosticar el trastorno por consumo de sustancias debe darse un patrón patológico de comportamientos relacionados con el consumo de sustancias. El DESREGULACIÓN EMOCIONAL EN EL TRASTORNO POR CONSUMO DE SUSTANCIAS: UNA REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS TERAPIAS CONTEXTUALES
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