Informaciones Psiquiátricas 2024 - nº 254 35 • Coordinación con otros profesionales y/o dispositivos: Durante la etapa de valoración y/o durante la propia intervención se pueden detectar necesidades que requieren otro tipo de soporte. Es importante, en estos casos, mantener la coordinación con profesionales específicos que puedan dar respuesta a las necesidades detectadas. Uno de los casos más frecuentes es mantener la coordinación con el trabajador social de referencia para poder traspasar la información recopilada en el domicilio y valorar la necesidad de tramitar el Programa de soporte a la Llar (PSALL) o un Servicio de Atención al Domicilio (SAD) u otro tipo de servicio adecuado. Asimismo, es de valor e importancia establecer vías de comunicación con otros dispositivos (CSMA, USM, SAD, fundaciones tutelares) en caso necesario para abordar el caso de manera integral. 4. Finalización de la intervención: Cuando el equipo conjuntamente con la persona considera que la intervención ha logrado los objetivos planteados, se realiza un feedback y una devolución de la información de las mejoras logradas y obtenidas. Se cierra el proceso de intervención mediante una entrevista individualizada, la realización de la escala Bels Post tratamiento y la cumplimentación de las escalas Likert y escala Q8. Una vez finalizado el programa, se establecen con la persona dos visitas trimestrales de control para supervisar que dichos cambios y mejoras se hayan sostenido en el tiempo sin ningún tipo de soporte. Si en dichas visitas se observa pérdida del nivel de funcionalidad significativo, se replantea de nuevo si precisa algún tipo de intervención y/o asesoramiento para que recupere el hábito perdido. PROGRAMA DE SOPORTE FUNCIONAL EN EL DOMICILIO: EXPERIENCIAS COMPARTIDAS DESDE LOS SRC (SERVICIOS DE REHABILITACIÓN COMUNITARIA)
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