INFORMACIONES PSIQUIÁTRICAS 251

16 Informaciones Psiquiátricas 2023 - n.º 251 desde 1981 a 2016 se identificaron 11 649 suicidios entre los jóvenes de 10 a 25 años de edad. Las tasas generales de suicidio se mantuvieron estables para los varones y mostraron una pequeña disminución para las féminas. El suicidio en los niños varones fue más común en áreas rurales y para las niñas en las metropolitanas (63). Suicidio: estrategias de intervención, guías y psicoterapias Se han propuesto interesantes pautas pre- ventivas, de evaluación y tratamiento en la guía “Treatment for Suicidal Ideation, Self- Harm, and Suicide Attempts Among Youths” , del U.S. Department of Health & Human Ser- vices , de 2020. En Europa, con financiación de la EU, en “Optimizing Suicide Prevention Programmes and Their Implementation in Eu- rope” de 2013. Y en concreto en España, en la «Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida» del Sistema Nacional de Salud, del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, editada en 2012 y revisada en 2020. También en España contamos específica- mente al respecto con la línea estratégica n.º 3 de la «Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud, periodo 2022- 2026». En l'Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona se desarrolló en 2005 un programa de prevención de conductas sui- cidas, precedente de la implementación en 2015 del protocolo «Codi Risc Suicidi Cata- lunya» (64) y que se activó en los dos años siguientes para varios cientos de personas. En la Comunidad Valenciana se dispone del vigente «Plan de Prevención del Suicidio y Manejo de la Conducta Suicida», editado por la Generalitat Valenciana en 2017, y de la creación del «Observatorio del Suicidio». Durante la intervención específicamente psicoterápica (65) la desesperanza, neuro- ticismo y baja autoeficacia usual parecen ser los predictores más fuertes de ideación suicida (66). Para los adultos, estar casado, informar de mayor apoyo social percibido y tener menos problemas interpersonales pre- dijeron en promedio, cuando fuera el caso, una depresión clínica menos grave transcu- rridos seis meses (67). En adultos que se autolesionan la psicote- rapia cognitivo-conductual puede dar lugar a que menos individuos reincidan en esa con- ducta. Sin embargo, la calidad de esta evi- dencia, evaluada mediante los criterios de “Grading of Recommendations, Assessment, Development and Evaluation” , GRADE, publi- cados en 2004 y 2005, es de moderada a baja. Las intervenciones de manejo de casos y contacto remoto no parecen tener ningún beneficio en términos de reducción de la re- petición de las autolesiones (68). En niños y adolescentes, la psicoterapia cognitivo-conductual individual debe desa- rrollarse y evaluarse más, porque la calidad de las evidencias científicas favorables es también bastante baja (12,69). Lo mismo sucede con las prescripciones exclusivamen- te farmacológicas y que usualmente serán realizadas por facultativos que no sean psi- quiatras, para las que también hay eviden- cias inciertas de su eficacia (70). En los tratamientos habituales psicobioló- gicos psiquiátricos habrá normalmente, en cambio, una psicoterapia inherente de apo- yo o informal, o bien separada y reglada, simultánea con la prescripción medicamen- tosa. Así que ambos tipos de intervenciones constituirán de modo usual abordajes tera- péuticos combinados del mismo psiquiatra (71). Lo que resulta enteramente acorde con el desarrollo de la «neurociencia social», no- vedosa rama de las que podrían denominarse José M. Bertolín-Guillén

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