INFORMACIONES PSIQUIÁTRICAS 249
Informaciones Psiquiátricas 2022 - n.º 249 99 existe una relación muy estrecha entre éste y las alteraciones que presentan los pacien- tes con lesiones que se localizan en la zona del lóbulo frontal cerebral (37). Para Luria (38), los lóbulos frontales son responsables de programar y regular el comportamiento, y de verificar si una actividad dada es apro- piada para una situación. Para Estévez-González (39), el lóbulo frontal no es una única región anatómica y funcional del cerebro. Regiones y circuitos fronto-corticales y subcorticales dentro del lóbulo frontal están asociados con funciones motoras y procesos cognitivos altamente es- pecializados, que pueden verse afectados de diferente manera. La lesión en los lóbulos frontales, produce sintomatología cognitiva, trastornos en el ra- zonamiento, en la capacidad de generar estra- tegias que permitan solucionar problemas, en el lenguaje, el control motor, la motivación, la afectividad, la personalidad, la atención, la memoria, o incluso, en la percepción (40). El daño frontal lleva consigo diversos défi- cits cognitivos: dificultades en la planifica- ción, en el razonamiento, en la resolución de problemas, en la formación de conceptos y en el ordenamiento temporal de los estímu- los, en el aprendizaje asociativo, alteración de algunas formas de habilidades motoras, metacognición y cognición social (41). Le- siones en esta zona se asocian a problemas de la memoria y en concreto en la memoria de trabajo (42). Se puede encontrar una aso- ciación entre el daño frontal y carencias de memoria específicas como déficit de memo- ria de trabajo, problemas de metamemoria, o dificultades en la memoria prospectiva (43). Para Parkin (44), el daño de los lóbulos frontales podría estar asociado con dos ti- pos de dificultades comportamentales: per- severación (rigidez comportamental) y la tendencia a la distracción. Además de estos déficits cognitivos y neu- ropsicológicos señalados, algunos pacientes presentan agitación y agresividad, descri- tas sobre todo en lesiones traumáticas que afectan al lóbulo frontal (45). Numerosos hallazgos muestran comportamientos agre- sivos patológicos (46). La agitación, la inquietud y la agresividad son secuelas neuroconductuales frecuentes en las primeras etapas de recuperación de una lesión cerebral traumática con afectación del lóbulo frontal (47). En este sentido po- demos señalar las dificultades de manejo de estos cuadros, con revisiones en la literatu- ra acerca de los tratamientos farmacológicos más usados: propanolol, metilfenidato, ácido valproico y olanzapina son los fármacos que pueden ofrecer algún beneficio. Pero son ne- cesarios más estudios (48). Así mismo, de las intervenciones no farmacológicas utilizadas (musicoterapia, estrategias conductuales, mo- dificaciones ambientales y terapia electrocon- vulsiva), las intervenciones con musicoterapia tuvieron el mayor nivel de evidencia (49). Además, son frecuentes también otras alteraciones psicopatológicas en el daño frontal: depresión, manía y labilidad emo- cional, cambios en la personalidad (irritabi- lidad, apatía e impulsividad), trastornos de las emociones y notables alteraciones de la conducta (apatía y desinhibición) (50). Conclusión Presentamos un caso clínico de síndrome de Crouzon con un trastorno orgánico de la personalidad, que presenta importante pa- tología conductual con agresividad y escasa respuesta a los tratamientos psicológicos y farmacológicos realizados. UN CASO DE SÍNDROME DE CROUZON CON SINTOMATOLOGÍA PSIQUIÁTRICA
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MzkyOTU=