INFORMACIONES PSIQUIÁTRICAS 248

68 Informaciones Psiquiátricas 2022 - n.º 248 investigación más adecuadas o las razones por las que deberíamos afrontar ese reto. En este sentido, cabe preguntarse qué es lo que deberíamos investigar desde Hermanas Hos- pitalarias. Obviamente es una pregunta que permite infinidad de respuestas que, quizás, podrían dividirse en dos grandes líneas de investigación: las más “tradicionales” o las más “innovadoras”. Sabedor de lo simplista de esta clasificación, trato en realidad de ir más allá de lo que podrían ser objetos de estudio “de siempre” respecto a los más “ac- tuales”, para llevar el debate hacia lo que serían no sólo esos objetos de estudio, sino las posibles metodologías a aplicar, la ver- dadera capacidad que tenemos como equipos para llevarlos a cabo o, en última instancia, reflexionar sobre las necesidades que sub- yacen a esas potenciales líneas de investi- gación y quiénes las manifiestan: proceden de una necesidad observada en la comuni- dad que representan nuestros pacientes, o es más fruto de una inquietud nuestra como clínicos o resultan de una iniciativa impulsa- da por los investigadores… En otro orden, y tomando como referen- cia las enseñanzas del profesor Jordi Varela, parece pertinente respecto a lo que se pue- de innovar desde Hermanas Hospitalarias, entendiendo por innovación la aplicación de un método de producción o suministro nuevo o significativamente mejorado, in- cluyendo cambios significativos en cuanto a técnicas, equipos y/o programas informá- ticos (innovación tecnológica y en materia de procesos), aplicación de nuevos métodos organizativos a las prácticas asistenciales, la organización del centro de trabajo o las rela- ciones exteriores de la empresa (innovación en materia de organización), etc. Sea como resultado de la investigación, la innovación, o ambas, se hace preciso analizar qué se obtiene realmente gracias a ellas. El discurso de la Medicina basada en evidencias ha ganado numerosos adeptos a lo largo de las últimas décadas (Smits & De- nis, 2014); sin embargo, no son pocas las iniciativas que, pese a contar con el rigor metodológico de este modelo, especialmente encarnado en los rigurosos ensayos clínicos aleatorizados (Randomized Clinical Trials) han caído en el olvido, muy alejadas de su esperada aplicabilidad en el mundo real de nuestros pacientes y nuestra experiencia clí- nica (Eccles & Mittman, 2006). Se hace per- tinente pues, como propone la “ciencia de la implementación”, analizar las razones por las que los resultados de la investigación no acaban siendo trasladables al “mundo real” (Suárez-Obando et al., 2018). Esta necesi- dad de realizar algunas adaptaciones para obtener resultados “útiles” requieren una mirada crítica, mejoras que, pese a nuestra carga asistencial y la falta de tiempo e in- centivos que suelen caracterizar nuestro día a día, nos corresponde como clínicos llevar a cabo. Partiendo de estas reflexiones, y siguien- do las indicaciones aportadas por nuestro coordinador, los participantes de la mesa llevamos a cabo un ejercicio de DAFO y de matrices CAME en los que se revisaron los factores que pueden facilitar o dificultar la participación en proyectos de investigación y las propuestas para mejorarla y que, en mi caso, fue el siguiente: Francisco Collazos Sánchez

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