INFORMACIONES PSIQUIÁTRICAS 246
42 Informaciones Psiquiátricas 2022 - n.º 246 es baja, r = -.487. De esta forma tendríamos una relación inversa: a mayor edad menor puntuación en la conducta adaptativa. En el caso de las alteraciones de la conducta, se halló una correlación positiva entre di- cha variable y la edad, con una fuerza de relación media, r = .593. Este resultado in- dica, a mayor edad mayores alteraciones de la conducta. Discusión El presente trabajo tiene como objetivo general conocer si tras las medidas de sa- lud pública adoptadas para la prevención y control del coronavirus en un centro socio- sanitario, en especial en la población con discapacidad intelectual en régimen de in- greso residencial, se han observado cambios significativos en su conducta adaptativa y mayores alteraciones de la conducta. En relación a este objetivo, podemos obser- var cómo la conducta adaptativa de mane- ra global no ha variado significativamente. Esto concuerda con una de las principales premisas de la discapacidad intelectual: la persona con esta condición no presenta únicamente limitaciones, sino también ca- pacidades. Estas capacidades y limitaciones, traducido en este trabajo en destrezas, se compensarían unas con otras. Observamos que, a pesar de que las destrezas motoras y las destrezas de la vida en comunidad han disminuido significativamente, las destrezas sociales y comunicativas prácticamente se mantienen invariables y en el caso de las destrezas de la vida personal, éstas mejoran a nivel general. De esta forma, se cumple la primera hipótesis de este trabajo, en la que se supone que las puntuaciones en la conducta adaptativa son similares entre el periodo anterior a las medidas preventivas y el posterior, gracias a la compensación que se produce entre aquellas dimensiones que disminuyen su puntuación significativamen- te (destrezas motoras y destrezas de la vida en comunidad) y los incrementos producidos en otras habilidades (destrezas de la vida personal). En el caso de alteraciones de la conduc- ta, éstas no sólo han aumentado significa- tivamente, sino que lo han hecho en cada una de las dimensiones, índice interno (comportamiento autolesivo, hábitos atípi- cos y repetitivos y retraimiento o falta de atención), asocial (conducta social ofensi- va y conductas no colaboradoras) y externo (heteroagresividad, destrucción de objetos y conducta disruptiva). En este sentido y según De Pablo-Blanco y Rodríguez (2010) (1), podríamos entender tras las medidas restrictivas, que este aumento es debido a una comunicación ineficaz o una forma in- adecuada de comunicarse por parte de las personas con discapacidad intelectual. Del mismo modo, se puede entender, según es- tos autores, como una forma de adaptarse al entorno, que inevitablemente ha cambiado respecto a la situación precedente al CO- VID-19. Por otra parte, según el enfoque social de la discapacidad recogido en la Convención de los Derechos de las personas con Disca- pacidad del año 2006 (19), la adopción de unas medidas generales por parte de la so- ciedad que no tengan en cuenta las necesi- dades específicas de estas personas, pueden ser causa de sus limitaciones. A este respecto, los resultados apoyan nuestra segunda hipótesis. En otros estudios una parte importante de los participantes informaron sentirse teme- rosos o ansiosos desde el comienzo del con- finamiento (10), o tuvieron dificultades con sus experiencias emocionales y el manteni- M. Andrés Mansilla / Y. García Alonso / M. T. Álvarez Rodríguez / A. Ayuso-Lanchares / E. González-Pablos / C. Martin-Lorenzo
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